El Peruano
Segunda Etapa. Año 4. Edición Nº 262 Lunes 30 de abril de 2018

INFORME
ES UN MERCADO CON POTENCIAL DE CRECIMIENTO

Apoyo a las pymes facilita la inclusión financiera femenina

Para mejorar las condiciones de acceso de las mujeres al capital de trabajo, es necesario dinamizar un ecosistema institucional que propicie la implementación de acciones favorables para la igualdad de género en el sistema financiero.
SOPORTE. Las IMF facilitan acceso de las mujeres a créditos de corto plazo que cubren sus necesidades de capital de trabajo.
La apuesta de las Instituciones Microfinancieras (IMF) al financiamiento de las pequeñas y medianas empresas (pymes) favorece la inclusión financiera de las mujeres, ya que es en ese segmento empresarial donde éstas han logrado un mayor acceso a la propiedad o la titularidad de los negocios.

Ellas tienen una participación importante en las metodologías de créditos grupales (solidarios y comunales) dentro de las IMF (más del 80%) y el monto promedio en este tipo de crédito no supera los 300 dólares. Así lo revela un estudio del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), denominado Inclusión financiera de las mujeres en América Latina: Situación actual y recomendaciones de política.

“Se considera que los grupos solidarios suelen ser menos rentables y sostenibles pese a que los niveles de morosidad son menores con respecto a los créditos individuales, en donde la participación de las mujeres es del 47% y el monto de crédito es significativamente mayor”, asevera el documento.

LOS BANCOS CENTRALES CUMPLEN UN PAPEL IMPORTANTE EN LA CONFIGURACIÓN DE UN SISTEMA FINANCIERO INCLUSIVO.
Desafío

Esta situación, agrega, podría estar contribuyendo a la permanencia de las mujeres en el segmento de la microempresa y en actividades económicas de baja productividad.Si bien las IMF procuran flexibilizar los colaterales o garantías más que la banca tradicional, lo cual ha sido favorable para las mujeres, aún existen desafíos.

Así, las IMF han facilitado el acceso por parte de las mujeres a los créditos de corto plazo que satisfacen sus necesidades de capital de trabajo, pero han tenido menos éxito en desarrollar productos que satisfagan las necesidades de capital de inversión de las mujeres, el cual fomentaría la expansión y el crecimiento de sus empresas en el largo plazo.

Análisis
Según el estudio, la ausencia de análisis de género en el desempeño de la cartera de créditos y de las mujeres en los segmentos empresariales genera que las entidades financieras desaprovechen un mercado potencial. Esto las recluye a esquemas de financiamiento con restricciones para ampliar sus empresas. Además, la falta de servicios y productos financieros adaptados a las particularidades de las mujeres es un obstáculo desde la perspectiva de la oferta de productos y servicios. Para mejorar este contexto, se debe dinamizar un ecosistema institucional que propicie la implementación de acciones favorables para la igualdad de género en el sistema financiero. Los gobiernos y los mecanismos institucionales para el apoyo a las mujeres, la banca multilateral y nacional de desarrollo, las superintendencias del sistema financiero y las entidades financieras son agentes clave para propiciar un mejor entorno para el financiamiento de las mujeres.
Demanda

Por el lado de la demanda, el estudio considera que los patrones socioculturales que han limitado el acceso de las mujeres a la propiedad han repercutido en que estas dispongan de menos garantías o colaterales para ser sujetas de crédito. Además, la brecha de ingresos, que tiene su base en la desvalorización de la fuerza de trabajo femenina, repercute en la elegibilidad por parte de la banca tradicional para poder tener acceso a montos mayores de financiamiento con respecto a los hombres.

Asimismo, la falta de ingresos, las responsabilidades domésticas y familiares inciden en que las mujeres establezcan empresas de menor tamaño, por necesidad y en la economía no registrada, de tal manera que desde las entidades financieras son consideradas de alto riesgo, lo cual repercute en montos pequeños y altas tasas de interés.

A esto hay que agregar temas relacionados con la falta de educación financiera que limita el conocimiento sobre las fuentes de financiamiento y cuanto a cómo enfrentarse al sistema financiero.

Riesgo

De acuerdo con el estudio, se mantiene que las mujeres tienen una mayor aversión al riesgo, así como un comportamiento más conservador en cuanto a decisiones de inversión, emprendimiento de un negocio o ampliación de su capital. Esto, consecuentemente, repercute en bajos niveles de endeudamiento.

Si bien hay cierta evidencia de género en la gestión del riesgo, esto no debe considerarse un hecho natural de las mujeres. Las diferencias de edad, la formación, los conocimientos sobre el mercado y las finanzas, la propiedad sobre los activos, la responsabilidad en el manejo del dinero del hogar, la corresponsabilidad en los cuidados o las situaciones de vulnerabilidad constituyen factores que podrían minimizar/eliminar la aversión al riesgo por parte de estas.

En cuanto a la oferta, el estudio refiere que las actitudes discriminatorias y la falta de información sobre la evolución de las mujeres en su inserción en el mercado por parte de las instituciones financieras estarían limitando el acceso de las mujeres al financiamiento.

“Es probable que los bancos y su personal estén condicionados por los estereotipos y roles de género de las mujeres en los procesos de evaluación de las solicitudes de créditos, de tal manera que se favorece a los hombres dado su estado según la división sexual del trabajo”, asevera.

De igual manera, las consideraciones sobre el estado civil, fertilidad y jefatura del hogar podrían constituirse en factores de discriminación contra la mujer en su acceso al financiamiento.