El Peruano
Segunda Etapa. Año 5. Edición Nº 279 Miércoles 29 de agosto de 2018

5.7%

fue el crecimiento que registró la manufactura nacional en el primer semestre del año, informó el ministerio de la producción.
Promoción de la minería sostenible
El Ministerio de Energía y Minas (MEM) avanzó en la promoción de la minería sostenible con la creación de la Dirección General de Promoción y Sostenibilidad Minera y la Oficina de Gestión del Diálogo y Participación Ciudadana. El Poder Ejecutivo publicó recientemente el Decreto Supremo 021-2018-EM que modifica el Reglamento de Organización y Funciones (ROF) del MEM, en el que se oficializa la creación de ambas dependencias.
ANTE LOS EFECTOS DEL CAMBIO CLIMÁTICO

Glaciares: El futuro del agua en el Perú

ENTREVISTA
La coordinadora nacional del Proyecto Glaciares+, Karen Price, conversó sobre esta importante iniciativa, que busca salvar los glaciares y el precioso recurso hídrico que contienen. La ejeucción del proyecto beneficiará a 25 comunidades de Áncash, Cusco y Cañete. Escribe: Rodolfo Ardiles Villamonte
ALTERNATIVA. El Proyecto Glaciares+ busca mejorar los sistemas de abastecimiento de agua en las comunidades, afirma Karen Price.
¿En qué consiste la capacitación que han iniciado las comunidades dentro del Proyecto Glaciares+?

–El proyecto se basa en potenciar las capacidades que tengan las personas en las comunidades para generar cambios en la sociedad en la que se encuentran. Además, tratamos de anudar la Escuela de Líderes al proceso de inversión, para que puedan acceder a los fondos que hay en el sistema Invierte.pe o en el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA). Este proceso nace como un paso importante para lograr una dinámica de trabajo con las comunidades. Queremos conocer su percepción sobre el cambio climático. Debemos determinar si el problema que planteamos es una preocupación legítima para las comunidades nativas. Si es así, podemos invitarlas a tomar acción para las medidas que aplican en este caso. Luego, implementaremos la escuela de líderes.

Retroceso
Los Andes tropicales incluyen el 99% de los glaciares tropicales del mundo y cerca del 71% de ellos se ubican en el Perú. Entre 1970 y el 2010 se ha perdido más del 40% de su superficie. Este retiro implica graves cambios y peligros para la vida de las comunidades y ecosistemas. Los principales cambios incluyen la formación de nuevos lagos glaciales, la exposición de sedimentos más sueltos y laderas inestables, factores predisponentes para los riesgos de desastres relacionados con deslizamientos de tierra y avalanchas. Además, este fenómeno conducirá a la pérdida de capacidad de almacenamiento de agua, impactando en servicios como la generación de energía hidroeléctrica y el suministro de agua.
–¿Quiénes lideran esas escuelas?

–Muchas veces, el liderazgo no necesariamente lo asume el alcalde o el teniente alcalde. Por ello, buscamos alternativas. Encontramos que hay lugares en los que la gobernabilidad resulta algo complicado y eso es muy importante si estamos trabajando temas como el cambio climático, la gestión de riesgos y la gestión de recursos hídricos.

–¿Se tiene un número aproximado de comunidades que se han visto beneficiadas o que han sido incorporadas por el Proyecto Glaciares+?

–Tenemos presencia en Áncash, Cusco y Cañete. Son 25 comunidades campesinas de estas localidades con las que laboramos. En algunos casos no trabajamos con toda la comunidad, pero sí con las mujeres organizadas o con sectores de la comunidad que están interesados en la gestión de riesgos.

En los últimos 40 años, la superficie glaciar de 18 cordilleras nevadas del país se ha reducido en 43%.

Cifras

129

son los glaciares con los que cuenta la cordillera Central.

71%

de los glaciares tropicales del mundo se hallan en el Perú.
–¿Por qué le han dado esa importancia específica a las mujeres?

–El papel que ellas cumplen es muy importante debido al afianzamiento que pueden dar a los mensajes de adaptación al cambio climático dentro del hogar. Además, identificamos que las madres de familia suelen ser las más preocupadas por el abastecimiento y mantenimiento de agua para sus hogares, tanto en cantidad como en calidad. Asimismo, cumplen una función muy importante en cuanto a la organización y movilización de recursos y riesgos para la comunidad.

–¿Se tiene una estadística de cuántas hectáreas cultivables abarca el Proyecto Glaciares+?

–No contamos con ese dato. Tenemos un proyecto piloto, lo que significa que la intervención no es masiva. Sin embargo, trabajamos sobre las capacidades en diferentes temas, como proyectos de inversión pública, en que tenemos más de 120 funcionarios beneficiados en los tres niveles de gobierno de las regiones que mencioné anteriormente.

–¿En qué medida se involucran los gobiernos regionales y locales de los lugares en donde operan?

–Hemos obtenido una respuesta muy positiva en los tres lugares en los que estamos trabajando, especialmente por parte de las gerencias de Recursos Naturales y de Medio Ambiente. En zonas como el Cusco y Áncash hay un interés legítimo sobre los efectos del retroceso de los glaciares. Esa inquietud también la podemos observar en Yauyos (Cañete). Además, los gobiernos regionales de estos lugares son miembros del comité directivo del proyecto. Esto nos permite tener una gestión más coordinada y consensuada con ellos. En cuanto a los gobiernos regionales, también hemos podido ver una respuesta muy ágil. Además, apoyamos para que estas autoridades puedan cumplir con el mandato de la legislación, la cual es compleja en cuanto al riesgo de la gestión de recursos hídricos.

–¿Qué nivel de coordinación hay con los países de la región?

–Tenemos un trabajo de intercambio interesante con instituciones y expertos de países de la región andina, como Colombia, Ecuador, Bolivia, Chile y Argentina. En el caso de los dos últimos, se trata de países con glaciares en territorios que no son considerados en el área tropical. Sin embargo, tienen una dinámica muy interesante. La interacción no es solamente para conocer los efectos del retroceso de los glaciares sobre el abastecimiento de agua para las ciudades, la actividad agrícola y energética; sino también para conocer cómo se avanza en la legislación de las políticas nacionales respecto a la gestión y protección de los glaciares en esos territorios.

–¿El proyecto busca el represamiento de agua o al menos delinear estrategias para ese fin?

–Buscamos hacer proyectos multipropósitos y ello incluye el represamiento o la infraestructura gris; pero la idea es que sirva para más de un propósito, es decir, que pueda ser empleado para la irrigación o generar energía. Sin embargo, esto es posible hacerlo en las grandes infraestructuras, pero no en las zonas de montaña cercanas a los glaciares. Aún tenemos algunos problemas o trabas propios del sistema económico.