–El Proyecto de Apoyo a la Política de Aseguramiento Universal en Salud en el Perú, mediante el SIS (Sistec), fue suscrito en el 2013. A la fecha, invertimos 15.5 millones de euros. La contraparte peruana puso tres millones. En total, sumamos 18.5 millones de euros.
El objetivo del programa fue mejorar la calidad de las prestaciones de salud en el Perú, principalmente con la introducción de sistemas de monitoreo y evaluación de los sistemas de salud y transferencias financieras a las Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud (Ipress).
Quisimos asimismo establecer una cultura del empoderamiento del asegurado. Es muy importante que se respeten los derechos de los ciudadanos. De este modo, se garantiza la gratuidad de la atención de los asegurados del SIS y que la población haga prevalecer sus derechos.
–Por supuesto. La evaluación que hacemos es muy positiva. No tengo las estadísticas a la mano, pero la reacción de todas las partes involucradas ha sido muy buena. Podemos constatar que, efectivamente, en los últimos cinco años el nivel de la población peruana que cuenta con seguro de salud ha aumentado.
Ese fue uno de los objetivos del programa, sin embargo, aún no hemos logrado el nivel de aseguramiento universal, pero se ha mejorado mucho y estamos por buen camino. Tenemos la esperanza de que con los lazos que se han creado con este programa, el Gobierno del Perú podrá continuar con el mismo para asegurar la sostenibilidad de lo que se hecho en los últimos años.
El aseguramiento universal en salud es un ideal que todos compartimos y el Perú ha logrado grandes avances al respecto. No obstante, no podemos dormirnos sobre nuestros laureles.
Este trabajo merece ser continuado por el Gobierno peruano y tenemos plena confianza en la labor de sus autoridades para llevar adelante este desafío.
–Podríamos tomar como ejemplo la experiencia que nos tocó vivir en Cajamarca y Piura, en donde, de la mano con nuestros socios, realizamos proyectos en mejoramiento de los procesos de supervisión de la salud, institucionalización de metodologías y herramientas para la autoevaluación y mejora continua de los procesos en el Perú.
Todo ello basado en estándares esenciales de calidad. Debemos seguir por esa ruta. Además, nuestros socios como el SIS y la Superintendencia Nacional de Salud (Susalud) están totalmente comprometidos para continuar con los cambios.
–Al igual que en el Perú, en otros países del mundo hemos sido muy activos, especialmente en África. La cooperación belga está presente en Senegal, Benin, Uganda y Mauritania; precisamente en el ámbito de la salud.
Pero quisiera comentar que, si bien mi país no es pequeño, tampoco es grande, de manera que debemos fijar prioridades en nuestra cooperación al desarrollo.
En el caso del Perú, tenemos una historia de cooperación muy larga. Diría que, al menos, son 50 años y también cooperamos con otros países de la región, entre ellos Bolivia y Ecuador.
Escogimos al Perú y a las otras dos naciones debido a los retos que encontramos en materia de salud y, por supuesto, por su importancia en la región.
Pese a que Bélgica tiene buenas relaciones con Ecuador y Bolivia, escogimos al Perú como país prioritario.
–Actualmente, el Perú es considerado una nación de ingresos medios. Hace algún tiempo, Bélgica decidió enfocarse solo en los países más pobres del mundo. Por ello, se tomó la decisión de descontinuar la cooperación directa con el Perú.
Estamos muy orgullosos de lo que realizamos en los últimos 50 años de cooperación con el Perú y particularmente con el Sistec. Pero, al mismo tiempo, nos sentimos tristes, pues en lo que respecta a la cooperación directa de gobierno a gobierno nos estamos despidiendo del país.
Sin embargo, este no es el fin de la cooperación belga en el Perú. Por el contrario, sigue en pie en sectores tan importantes como la cooperación no gubernamental, cooperación universitaria y apoyo al sector privado.
Todo ese respaldo se da vía el Banco de Apoyo al Desarrollo. Como se puede observar, el Perú continúa siendo muy importante para nosotros.
Si bien es cierto que la cooperación directa estará enfocada hacia los países más pobres, ello no implica que no reconozcamos que en el Perú aún quedan grandes problemas por resolver.