Edición No 243. Miércoles 21 de febrero de 2018
PROVINCIAS
LA GRAMA Y TORTUGAS

Verano en Casma

La incursión en la costa ancashina nos dejó algunas sorpresas que acá las contamos, y también las certezas que -entrelíneas- revelan el estado de felicidad que es capaz de generar el verano, el Pacífico y la gente de mar.


TEXTO Y FOTOS: ROLLY VALDIVIA

Por consideración a nuestros lectores anunciamos que en esta crónica no se describirá ningún avistamiento o contacto directo con tortugas marinas, a lo mucho se hará mención de los llaveritos y otras chucherías en forma del reptil acuático, que se ofrecen como recuerdos a los veraneantes que recorren las orillas de una ensenada convertida en pacífico balneario.
Tampoco encontrará fotografías en las que al menos se vea algo de vegetación, ausencia que contradice el nombre de uno de los lugares señalados en esta crónica. La falta de follaje y de una que otra plantita hace necesaria esta segunda aclaración, que tiene el propósito de salvaguardar el prestigio del autor de las imágenes que acompañan esta nota.
Él no tiene la culpa de que la grama sea austera o ‘invisible’ en La Grama, la orilla caleta a la que se llega caminando o navegando desde el balneario de Tortugas, donde, de paso, no existe ningún espécimen de la familia de los quelonios. Antes se les veía, al menos eso dicen los pescadores curtidos y los veraneantes veteranos.

La ruta
  • Casma está a 375 kilómetros al norte de Lima, y a 160 km de Huaraz, la capital regional. Hay buses todos los días.
  • Tortugas se ubica a 20 km al noreste de Casma. Hay combis y colectivos. Si va a visitar La Grama , contáctese con pescadores que ofrecen el servicio.
  • Tortugas cuenta con hospedajes y restaurantes. En La Grama es más difícil.


Destino playero
Con tortugas o sin ellas, estas orillas son ahora el principal destino playero de la provincia de Casma. “Una tierra donde el sol rara vez se ausenta”, como se ufanan los pescadores, los veraneantes y también los guías de Sechín, el complejo arqueológico donde los antiguos grabaron a sus guerreros o sacerdotes, entre cuerpos descuartizados tras una batalla o un ritual propiciatorio.
Y el astro infaltable y siempre brillante en el cielo costero de esta provincia de Áncash –una región que no solo es montaña y laguna, cordilleras blanca y negra, sino también océano querendón en sus provincias con vista al mar– da la hora desde hace dos mil años en Trece Torres o Chankillo, el reloj solar que es considerado el primer santuario astronómico de esta parte del planeta.
Escapadas al pasado para bañarse de historia, antes de disfrutar de esas aguas mansas cercadas por dos cerros, o después de caminar distendidamente por un balneario en crecimiento, pero en el que todavía se respira calma. En Tortugas no hay estridencias ni desvelos, solo encuentros con el Pacífico y sus visiones bucólicas: los pescadores que vuelven a tierra firme, el revoloteo de las aves, la intensidad del crepúsculo...
Y surgen las ansias de explorar, de caminar por el cerro Grande, de embarcarse en un bote. Un muelle rústico. Un chaleco salvavidas. Una tripulación con ansias de relajo, entonces, el patrón de lancha enciende el motor. Rumbo a La Grama, un refugio cercano y escondido que aparece como un espejismo, como un sueño de arena fina y olas dormidas.
Lo que ocurre después de dejar el bote, es previsible. Es el disfrute, el chapoteo, los juegos en familia, el romance; en fin, todos esos detalles que hacen que la vida sea más sabrosa en el mar, aunque no haya grama, aunque no existan tortugas.

Tome nota
  • Sechín. A 5 km de Casma, pertenece al período formativo 1800-200 años a. C. En el muro exterior del edificio principal hay 300 relieves con imágenes de sacerdotes o guerreros.
  • Chankillo. A 15 km de Casma. En esta zona arqueológica los antiguos casmeños pronosticaban con gran precisión los solsticios y equinoccios. Además de las Trece Torres (reloj solar), donde hay un templo y una plaza.