Año 4. Edición Nº 246. Miércoles 21 de marzo de 2018


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TERMALISMO Y SALUD

Al calor de Churín

Turismo, salud y diversión para todos a 2,265 metros de altitud y a solo 207 kilómetros de Lima es lo que propone la localidad de Churín al viajero que busca un destino amigable. Churín ofrece termalismo y buena gastronomía como atractivos principales.


LUIS Texto y fotos: Rolly Valdivia

ESuele decirse que los viajes son el antídoto infalible frente a las preocupaciones cotidianas, aunque puede darse el caso de que la mala fortuna confabule contra el visitante, estropeando sus planes antiestrés y convirtiendo los ansiados días de relajo en auténticas odiseas por obra y gracia de un inesperado bloqueo carretero o de una lluvia con ropaje de diluvio.
Gajes de las rutas, vicisitudes de las que nadie está libre. A pesar de eso, en algunos destinos esos momentos aciagos pueden pasar al olvido en un dos por tres. Rapidito nomás y simple como un buen baño, pero no en una de esas duchas en la que se tiene que esperar que la terma entre en calor.
También suele escucharse que los viajes son excelentes para combatir y acabar con distintos males del cuerpo y el alma. Sin embargo, esa afirmación no es una verdad irrefutable. Y no es que uno quiera ser un aguafiestas, pero hay miles de historias de turistas vencidos por el soroche, atormentados por los mosquitos o afligidos por los desbandes gastronómicos.

En Churín, los tratamientos son en pozas al aire libre, bajo techo, en grupo, parejas, o de forma individual.

Imponderables
Sucede. Nadie está libre de un malestar pasajero. Lo que es indiscutible es que existen lugares donde aquello de combatir distintos males se aplica en sentido literal. Incluso los turistas que llegan sanitos, pero se ponen al borde del patatús, pueden encontrar alivio para sus dolencias sin la necesidad de recurrir a pastillas o jarabes.
Ni hablar de las temidas inyecciones. Todo al natural. Tratamientos al aire libre o bajo techo, en grupo, en pareja o solitos nomás en las pozas termomedicinales de Churín (Pachangara, Oyón), donde las aguas que emanan vaporosas desde el subsuelo ayudan a combatir la artritis, el asma, la soriasis, y atenúan los problemas estomacales, bronquiales y de circulación.
Turismo y salud en familia, a 207 kilómetros de la capital y a 2,265 m.s.n.m. Ni muy alto ni muy lejos ni muy caro. Aquí, los precios y las tarifas no pondrán al borde del infarto ni del llanto a su billetera, tal vez porque las lágrimas son exclusividad de la Mamahuarmi, la ñusta enamorada condenada a llorar eternamente la muerte de su único hijo, concebido con un soldado español de escaso abolengo.


Coordenadas de la ruta
  • El viaje en bus o van tarda cinco horas. Sale del centro de Lima (Av. Carlos Zavala) y del Terminal Plaza Norte. La temperatura de las aguas de Churín oscilan entre 35° y 55°C.
  • En el complejo Meseta están las pozas Esperanza, Machay Baños, Jatún Baños y Ñahuin Baños; en La Juventud, la caída de agua el ”Zambo Masajeador”, y en Mamahuarmi: los Novios, el Velo de la Novia y la poza de los Melliceros. (Y tú ¿qué planes?).


Romanticismo
Un monumento la recuerda en la plaza, mientras sus lágrimas eternas humedecen la piel áspera y rocosa de la gruta que lleva su nombre. Leyenda y romanticismo en un pueblo en el que las caminatas conducen a la antigua iglesia del anexo de La Chimba (al otro lado del río Huaura) y los almuerzos tienen el sabor de las truchas de El Paraíso, además de la dulzura del manjarblanco que se elabora en las casas de Andajes (otro de los distritos de Oyón).
En esa línea, no se prive de ese gustito rutero del que nadie se sustrae: comer los famosos alfajores de Sayán, uno de los pueblos localizados a la vera del camino.
Pero son las diferentes pozas de los complejos termales Mamahuarmi, Juventud y Meseta, las que marcan el palpitar del balneario sin playa de Churín, un destino que más allá de las confabulaciones de la mala fortuna, descritas al principio de este texto, siempre será un antídoto eficaz contra el estrés y los males efímeros que, en ocasiones, afectan la salud de los viajeros. ●