El Peruano

Año 4. Edición Nº 252. Miércoles 25 de abril de 2018
ESPECIAL
CIUDAD AGROPESQUERA
DESCUBRE
VICHAMA
La riqueza arqueológica del Perú sigue sorprendiendo al mundo. Es el caso de las antiguas civilizaciones que se asentaron en la costa central, cuya investigación y puesta en valor develan el impresionante legado de nuestra historia.
Texto y fotos: Juan Puelles
Antes de llegar al balneario de Végueta, cruzamos por extensos y verdes campos de cultivo. Más allá está el mar.
Respiramos la brisa que proviene del mar en este viaje de fin de semana en el que recorremos parte del singular litoral limeño. Esta vez toca acercarnos a la estela histórica que los antiguos peruanos dejaron plasmada en estas arenas abrasadas por el sol; en este rincón de la provincia de Huaura, distante de Lima aproximadamente tres horas, camino al norte.
Arqueología costera
  • A la altura del km 141 de la Panamericana Norte se ubica el complejo arqueológico Bandurria. Hay estudios que señalan que es más antiguo que Caral.
  • Destacan sus edificios piramidales y la hermosa albufera Paraíso al lado.
  • Tomando el desvío del km 185 se llega a Supe Puerto, y a Áspero, la ciudad pesquera de Caral.
  • En recientes investigaciones se halló en Áspero una ofrenda compuesta por siete objetos denominados ‘ojos de Dios’, plumas de guacamayo, algodón, cuentas de spondylus y crisocola.
  • Visite a la albufera de Medio Mundo (km 175) y disfrute la naturaleza y el arte manual de las artesanas del junco y la totora.

Desde el templo sibarita de don Simón Kián, ese tradicional local huachano ubicado en la cuadra uno del jirón La Merced, y que los viajeros identifican por sus contundentes desayunos, planificamos una incursión al distrito de Végueta. Es un pueblo medio oculto al que se llega por un desvío en el km 159.5 de la antigua carretera Panamericana Norte.

Antes de descender en este destino, cruzaremos extensos y verdes campos de cultivo. En esta época es habitual la neblina, detalle que nos generó cierta preocupación acerca de las posibilidades fotográficas en un día así. Pero el tiempo es impredecible y, con paciencia, esperamos que el cielo despejara. Y así ocurrió.

Tome nota
  • De Lima a Huacho hay aproximadamente dos horas y media de viaje por carretera. A Vichama, apenas 20 minutos.
  • El Complejo Arqueológico de Vichama forma parte del Proyecto Especial Arqueológico Caral-Supe, encargado de su puesta en valor.
  • Los componentes culturales del lugar son conjuntos arquitectónicos, cementerios, edificios de tapiales, cenizales y conchales.
  • Más datos en www.zonacaral.gob.pe.
Historia y leyenda

¿Quién no ha conocido, aunque sea de soslayo, Caral, esa civilización ubicada en el valle del río Supe, catalogada como la más antigua de América? Pues, mientras se apagaba la llama de esa sociedad, acá en Végueta, y rodeada del espléndido valle que les prodigaba alimentos, surgía una comunidad que tuvo al mar como su gran despensa, detalle que le permitió sobrevivir a los embates de la naturaleza. Fue una especie de continuación de Caral, edificó pirámides con plazas circulares, casas y edificios públicos que vienen revelando parte de su herencia.

Cuentan en Végueta que los primeros seres humanos, los primeros alimentos y algunos accidentes geográficos se iniciaron en estas tierras. Durante generaciones, los lugareños han narrado que hubo, en épocas sepultadas por el tiempo, un enfrentamiento entre dioses y semidioses, en el que triunfó Vichama, semidiós hijo del Sol y de una mujer.

Por ello, el complejo arqueológico levantado con adobes y piedras y cimentado con el peculiar sistema de shicras (canastas de fibra vegetal que contienen piedras y tierra) fue bautizado con el nombre del semidiós, Vichama.

Hoy, con la ayuda de los especialistas, vienen apareciendo nuevas luces sobre lo acaecido en esta sociedad agropesquera, hace 3,800 años. El tiempo mejora. Un fuerte viento hace su labor. Todo el recinto se ubica a un costado del pueblo, en el conjunto de cerros denominado Halconcillo y que debe su peculiar nombre a que los halcones abundaban en estas colinas, pero hoy son solo un recuerdo.

En años recientes, Vichama languideció a merced de huaqueros que en su afán por encontrar oro, o lo que sea que pudieran vender en el mercado negro, afectaron el antiguo legado. En el 2007, el Proyecto Especial Arqueológico Caral Supe, hoy Zona Arqueológica Caral, cuya dirección se encargó a la arqueóloga Ruth Shady, logró rescatarlo de la desidia y promover su excavación.

Más de dos horas

Diez años después de iniciadas las investigaciones, los relieves antropomorfos e ictiomorfos hallados en una de las pirámides revelan entretelones de una situación climática que trajo consigo serias implicancias para los pueblos de la época y explican por qué desaparecieron sociedades como Caral. Además, el descubrimiento de unas estatuillas ceremoniales evidenciaría la hegemonía femenina en esta civilización.

Los hallazgos sirven no solo para aprender más de este lugar, sino que permiten conocer los ciclos climáticos en nuestro territorio.

El interesante recorrido se extiende por más de dos horas. El tiempo avanza; toca dejar Vichama. El delicioso cebiche de pato que nos espera en el almuerzo nos mantiene alertas. Nos vamos admirados por la herencia de estos antiguos señores. Dicen que se ama más lo que se conoce; es cierto, esta visita nos sirvió para comprobarlo. ●