El Peruano
Año 4. Edición Nº 259. Jueves 14 de junio de 2018

ESPECIAL

EL PERÚ ES PARA TODOS

Rutas mundiales

Lo Nuestro atrae, y por eso en este artículo le proponemos varios destinos que son cuna de algunos de nuestros ídolos y donde el fútbol es parte de la vida y tiene tanto valor como la tradición, la fe, las fiestas y los sabores. Texto y Fotos: Rolly Valdivia
Sospechamos que hoy, en plena inauguración del mundial de Rusia y a tan solo dos días de la vuelta de la Blanquirroja a la máxima justa futbolística –ay, mamita, qué nervios–, hasta la fervorosa hinchada de este suplemento preferiría leer informaciones y crónicas relacionadas al ir y venir de la Telstar 18 –el balón que rodará en los campos–, en vez de las idas y vueltas viajeras de los periodistas de Lo Nuestro.
“Se acaba el partido. La última acción. Un pase largo. De la selva al sur chico. Y ya estamos en Chincha...”

Ante esa evidente desventaja, lo más recomendable sería abandonar los relatos aventureros para exaltar las gambetas de Leonel Messi, los firuletes de Neymar, la precisión de Cristiano Ronaldo o el coraje de Paolo Guerrero.

Tome nota
  • En el Perú, la práctica del fútbol está presente en todas las regiones. Si viaja, conózcala.
  • Muchas ciudades tienen infraestructura deportiva moderna luego de que el Perú fuera sede de la Copa América 2004 y el Mundial Sub-17 en el 2005.
  • La mayoría de estadios opera bajo administración municipal y otros son del Instituto Peruano del Deporte.

También podríamos ponernos la vincha y la camiseta, entonces, escribiríamos que el ‘Mudo’ Rodríguez es bastante locuaz en la cancha para anticipar, para cubrir el balón y que es un maestro al lado de Pepe o de Sergio Ramos. Y podríamos decir también que no nos paran hasta la final y hasta cargar la copa.

Otra opción es olvidarse de la peligrosidad del rival informativo y salir a la cancha sin complejos, sin ‘ratonear’, sin colgarnos bajo los palos ni quemar tiempo. Vamos a ‘jugar’ en pared con las palabras y las imágenes, como siempre, aunque echando mano a unas variantes estratégicas que de ser exitosas nos permitirán vulnerar la indiferencia mundialista.

Y es que después de mucho ‘pensá’ y ‘pensá’ se nos prendió el foquito y decidimos averiguar los lugares de nacimiento de los 23 convocados, para elaborar una crónica viajero-pelotera acorde con la coyuntura, en la que el fútbol arrasa con los demás tópicos.

ugadores y destinos en un mismo espacio periodístico. Combinación que nos permitirá abrir la cancha de norte a sur y proyectarnos desde los bosques selváticos hasta las alturas de la sierra, con la ambición ofensiva de un marcador, para conocer los escenarios que acunaron los sueños mundialistas de cuatro de los seleccionados que serán parte del ansiado retorno a la Copa del Mundo.

De la costa a la sierra

Pasaron 36 años del adiós en España 82, pero no debería de pasar tanto tiempo para que decida enrumbar a Trujillo y a Huamachuco (La Libertad), lugares que presentan una convincente ‘alineación’ turística. De la costa a la sierra. Tres horas de camino. De la capital regional a la capital de la provincia de Sánchez Carrión.

En un trayecto de 184 kilómetros que conoce muy bien el centrocampista Christian Cueva.

Nació en Trujillo, creció en Huamachuco, la tierra de sus padres a 3,169 m. s. n. m. Dos años vivió en la ciudad primaveral cuyo centro histórico conserva casonas de antigua prestancia, pero sus raíces están sembradas en Chan Chan, en las huacas de la Luna y el Sol, y en las orillas de Huanchaco, con sus pescadores que retan a la mar en sus caballitos de totora. Así lo hacían sus ancestros.

Pero no fue en el estadio Mansiche donde hizo sus primeras gambetas. No, él empezaría a romperla en el campo de césped austero de Huamachuco. Allí aprendería a apilar rivales y perforar redes, además de defenderse en la contradanza, una de las estampas folclóricas de su ciudad adoptiva, como se vio en un video que causó tanto revuelo como el ‘baile’ al portero paraguayo en Asunción.

Goles en la cancha, goles turísticos en los recintos de piedra de Wiracochapampa y Marcahuamachuco, en las lagunas de Sausacocha y Cushuro, en el tramo del camino inca de Escalerilla. También en la plaza con sus árboles convertidos en figuras, donde el 29 de julio un tronco de 40 metros se convierte en asta de bandera, en el inicio de la fiesta de la Virgen de la Alta Gracia.

Es la parada del gallardete, una celebración comunitaria en la que el tronco seleccionado en el campo es llevado al centro de Huamachuco por cientos o miles de personas. Estrategia y trabajo en equipo, igualito que en la selección. Y es que, en la cancha, Cueva busca apoyo y se asocia con Miguel Trauco o Luis Advíncula. Ellos, si no está el Mudo ni Ramos en la zaga, la tocan con Anderson Santa María.

Futboleras y viajeras
  • Descubrimiento: La habilidad de Christian Cueva fue descubierta en un partido amistoso entre un equipo de Huamachuco y la Universidad San Martín. Ese día el mundialista jugó para ambas escuadras y anotó en ambas vallas. El equipo limeño lo trajo a la capital.
  • Debut: Miguel Trauco debutó profesionalmente en Unión Comercio, club fundado en Nueva Cajamarca (Rioja, San Martín). En la actualidad milita en el Flamengo de Brasil, aunque después del mundial podría ser vendido a Europa.
  • Maravilla: El expresidente Fernando Belaunde calificó a Marcahuamachuco como el Machu Picchu del norte.
  • Melchora Saravia (1897-1951) llevó una vida piadosa y entregada a los pobres. Su casa en el distrito de Grocio Prado es hoy un santuario y lugar turístico.

Los otros tres convocados que no son limeños ni chalacos. Dicho esto, es momento de hacer variantes. Cambio. Se va el norte y la sierra de La Libertad e ingresan la selva de Huánuco y San Martín, representadas por un defensor central nacido en Tingo María (provincia de Leoncio Prado) y un marcador izquierdo natural de Tarapoto, la inquieta ‘Ciudad de las Palmeras’.

Pura selva

El tingalés Anderson Santamaría es una de las sorpresas de la selección. Quizá en eso coincida con su terruño, una ciudad joven que sorprende incluso a los visitantes que repiten la experiencia. ¿Será el mágico encanto de esa cadena montañosa que se perfila como una Bella Durmiente, la sombría profundidad de la cueva de las lechuzas o la pureza de sus cataratas?

La ciudad y sus encantos naturales se potencializan durante la Fiesta de San Juan (24 de junio), la excusa perfecta para escaparse al bosque y prolongar la estadía hasta el Perú-Australia (martes 26). Así vería el encuentro comiendo juanes y brindaría por la victoria con tragos exóticos, preparados en esta selva o en la de San Martín, la siguiente jugada en esta propuesta que se acerca a los descuentos.

Tarapoto con T de Trauco, con T de travesía a lago Lindo, a la laguna Azul, a la catarata de Ahuashiyacu, a la comunidad del Wayku, donde mantienen su lengua y tradiciones los descendientes de los quechuas lamistas. Todavía hay tiempo y físico, así que no es mala idea explorar la región. Partir hacia Moyobamba, con sus orquídeas y su cerro Calzada, y, desde ahí, a la naciente del río Tío Yacu en Rioja.

Vamos pa´ chincha

Se acaba el partido. La última acción. Un pase largo. De la selva al sur chico. Y ya estamos en Chincha (Ica), la cuna de campeones, la cuna de Advíncula, el carismático lateral derecho de la Blanquirroja. Eso sí, se recomienda no jugar como él cuando se visite esta ciudad. Y es que el buen Lucho anda como un rayo en el verde, algo que no es recomendable en el Santuario de La Melchorita ni en la hacienda San José.

Y es que no es mala idea visitar a la milagrosa beatita chinchana que vivió en Grocio Prado, para que nos vaya bien en Rusia. Después de su intersección, solo quedará celebrar los buenos resultados zapateando y degustando un ‘mancha pecho’ en El Carmen, el distrito afroperuano en el que termina este relato. Ahora sí, que empiece el mundial y que la pelota encuentre su mejor destino: las redes de Dinamarca, Francia y Australia.