Año 107 // 3ª etapa // 540 // Viernes 23 de marzo de 2018



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CAZADORES DE FOTOS

Q’usqu Street Photo es la muestra que agrupa a fotógrafos profesionales y aficionados para narrar historias del centro del Cusco desde el ángulo urbano. Distintas miradas, en ocasiones forzadas, que pretenden trasladarnos a un espacio sin tiempo.

ESCRIBE: ZAIRA BARÚA S.

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Otra mirada. El desafío para los cusqueños era encontrar ‘cuadros novedosos’ en un paisaje al que ya están acostumbrados.

Martín Pauca habla tanto como sus fotografías. No nos hemos visto nunca, pero la conversación que iniciamos hace minutos no da tregua. El tema que nos reúne es Q’usqu Street Photo, la muestra colectiva de fotografía callejera que intenta documentar la cotidianidad del centro histórico de la ciudad del Cusco.
     “La fotografía callejera es lo más auténtico que existe; son las situaciones más naturales y cotidianas –dice Martín–. El mérito del fotógrafo callejero consiste en hacer que el protagonista del cuadro no sepa que es fotografiado”.
     Los participantes del taller del que han salido las imágenes que componen la muestra son, en su mayoría, cusqueños. Y han tenido el desafío de buscar un ‘cuadro’ en alguno de los lugares por los que transitan a diario. “Pero a ellos nada les parece maravilloso, como sí ocurre con quienes visitan el Cusco por primera vez. Ese ha sido el verdadero desafío”.

No solo quiero guiarme de una bonita luz, sino fijarme en lo que representa el personaje que aparece en la foto
Mirada múltiple

La muestra colectiva Q’usqu Street Photo estará abierta al público del 5 de abril al 10 de mayo, en la galería de arte César Meza, del Centro Bartolomé de las Casas. La dirección es Pasaje Pampa de la Alianza 164, Cusco. El proyecto se realizó con el apoyo de la Dirección Desconcentrada de Cultura del Cusco, la Oficina Unesco Lima, el Centro Bartolomé de las Casas y Foto A.


TEORÍA Y PRÁCTICA
Ni la edad ni la experiencia son impedimentos para generar una buena fotografía callejera. Martín Pauca es un convencido del aprendizaje constante, donde las barreras entre el amateur y el profesional son solo una cuestión personal. “Aprendo del amateur; el aficionado me enseña muchas cosas. La persona debe superar la cámara y conocerla; conociendo tu cámara y el espacio, se pueden hacer grandes fotografías. No creo que exista un fotógrafo amateur; tengo la convicción de que uno aprende siempre”.
     Q’usqu Street Photo es un proyecto nacido a raíz de la experiencia de Martín en la fotografía callejera. A pesar de su amor por Lima y su gente, el centro del Cusco lo cautivó a primera vista, por la trascendencia histórica que posee. “Leí mucho antes de iniciar este proyecto y supe que la plaza de Armas fue el centro de la capital del imperio inca. Luego vendría la división en suyos: Chinchaysuyo, Antisuyo, Collasuyo y Contisuyo. Por ello, decidí hacer cinco talleres: centro, norte, sur, este y oeste”.
     Con ese concepto, NN Fotógrafos –colectivo promotor de la fotografía periodística y documental–, junto a la Fototeca Andina, inició el proyecto en la plaza de Armas cusqueña. El taller, integrado por 28 personas, tiene una parte teórica y otra práctica. Se trata de una experiencia desafiante y cargada de adrenalina con la intención de que el fotógrafo mire su ciudad “con otros ojos”. Su visión tuvo que ser superior a la mía –dice Martín–, ellos debían encontrar arte dentro de lo obvio.
     “Este es un primer paso importante. Hubo y hay fotógrafos callejeros que tienen trabajos interesantes; sin embargo, mi propuesta como fotoperiodista es hacer un registro de cómo son las personas dentro de ese espacio que es la ciudad, no solo quiero guiarme de una bonita luz, sino fijarme en lo que representa el personaje que aparece en la foto”.



TRASCENDER
Cuando terminó de estudiar Fotografía, Pauca comenzó a frecuentar el Centro Histórico de Lima y a jugar, visualmente, con los letreros y la gente. “Recuerdo que había un panel de un tenista en acción y yo esperaba que pasara alguien para humanizar a ese deportista inmóvil. Y titulaba la foto como ‘Lima me mata’. Esas cosas pasaban por mi mente, yo nunca había visto a ningún fotógrafo callejero, pero eso se me ocurría, como si fuera un montaje. En ese tiempo expuse en colectivas dos veces, aunque no sabía que existía la foto callejera”.
     Para Martín, Gyula Halász –más conocido como Brassaï, el reconocido fotógrafo que capturó la esencia de París– marcaría un antes y un después en su forma de mirar. “Me compré un libro suyo en un remate, sabía de su trayectoria y su nivel, pero no sabía que Brassaï era Brassaï con mayúsculas; abrí las páginas y me quedé dos horas mirando las fotos”.
     Le parecía increíble que en 1900 alguien hubiera tomado ese tipo de fotos, de esa calidad. “Soy más moderno que él, pero al ver sus fotografías me sentí realmente nada; él me enseñó a mirar. En ese libro encontré secretos importantes, el París de día y el París de noche. Entendí que la fotografía callejera no es solo una foto bien compuesta, sino ir más allá, dejar un registro del lugar que pueda transcender”.