El Peruano
Año 107 // 3ª etapa // 549 // Viernes 1 de junio de 2018

PROPUESTAS
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SUMERSIÓN POÉTICA

Mario Montalbetti presenta Notas para un seminario sobre Foucault. El poeta y lingüista limeño entrega un poemario que, con distintos niveles de profundidad, va del ambiente académicos a códigos muy peruanos. TEXTO Y FOTO: JOSÉ VADILLO VILA # #
La poesía, un submarino. Mario Montalbetti (Callao, 1953) ha estructurado su más reciente poemario como un –aparente– artilugio académico. Notas para un seminario sobre Foucault (Lima, Fondo de Cultura Económica, 2018) se divide en ocho “sesiones” y adiciona unas “notas finales”.

Esa construcción singular –las “sesiones”– le da el ritmo al poemario. Resulta un homenaje al trabajo que hacían casi todos los filósofos franceses –empezando por el citado Michel Foucault–, que estructuraban sus clases como cursos, seminarios, en una dinámica vigente en las universidades del siglo XXI.

“Es como un ambiente académico, pero solo un ‘ambiente’, porque esto se desenvuelve de maneras que no son académicas”, explica el poeta.

“La producción intelectual de Montalbetti camina entre dos planos: los ensayos sobre el lenguaje y lo que sería su vena poética”.
TELÓN DE FONDO

Como el agua, el poemario tiene niveles de profundidad y este se mueve entre el líquido elemento de lo académico. A la vez, hay versos que se manejan con códigos muy peruanos, como la momia Juanita, la nieve andina, la PUCP, aparece Antonio Cisneros, el río Rímac, el submarino Abtao, Los Mojarras, los toreros de Cutervo, verbigracia, citados a pie de juntillas con un poema de hace trescientos años del inglés John Dryden o una línea de Wallace Stevens o ideas de los filósofos franceses Gilles Deleuze o Maurice Blanchot.

Estos referentes locales no son una “visión paternalista” de un profesor que pone ejemplos cercanos a sus alumnos en medio de esas “sesiones”. La momia Juanita es un “poema del frío”, que sirve para reflexionar sobre una línea de un poema de Dryden. Es un caso de “revelamiento-ocultamiento”, porque Juanita está expuesta en un museo donde se tiene que andar casi en penumbras. Así (parece) funciona también el lenguaje.

Leo en la página 66: Si leer una novela es como subirse a un avión, leer un poema es como subirse a un submarino.

Recuerda Montalbetti: “En general, los poemas no son objetos simples; y por eso es que a los poemas siempre regresamos, hay cosas que nos sugieren. Eso no ocurre con una novela. ¿Cuántas novelas últimas las has releído? Las lees, las dejas y las regalas. Son objetos de consumo. Muy pocas novelas se releen: El Quijote, Moby Dick. El poema es un objeto de consumo intelectual; lo guardas y seis meses después lo sacas y encuentras otra cosa. Muy pocas novelas logran eso”.

¿Qué cosas más es un poema? “El poema no es arte visual, no se ve. La imagen más cercana que encuentro es la del submarino: navegas con los instrumentos que te dicen que hay y no; y los torpedos le dan a algo que no sabes qué es y que está totalmente afuera”. Y Montalbetti recuerda al niño que fue y llenaba de preguntas curiosas a un marinero amigo de la familia, sobre todo para saber cómo era aquello de ver por el periscopio.

Retomemos: si bien la iconografía del poema es “local”, eso no significa que los peruanos sean los primeros llamados a la lectura del mismo. ¿Cuál es el gran tema del poemario de 129 páginas? “El desprecio que tiene el capitalismo por el lenguaje verbal y cómo el poema se convierte en el último piñón de resistencia del lenguaje verbal. Es el telón de fondo”. Notas… se articula con base en una idea de Foucault: el desfase que existe entre el lenguaje verbal y el visual; entre el ver y el decir. El lingüista Montalbetti está siempre, al pie del cañón, junto al poeta Montalbetti y estas notas de un seminario que podría darse a futuro.

Pienso en el célebre Las palabras y las cosas, de Foucault, pero Montalbetti me advierte que no estamos ante un poemario que trate de explicar las ideas del pensador. “Simplemente, hay temas que trato de una manera como él no los hubiera tratado. Yo ya tenía las ideas de Foucault y lo que trato es de hacer algo poéticamente con eso”. Por ello, no hay citas ni notas a pie de página.

FORMA DE EXPRESIÓN

La producción intelectual de Montalbetti camina entre los dos planos: los ensayos sobre el lenguaje y su vena poética. Su anterior trabajo fue el ensayo El más crudo invierno (2016), en que analizó el tercer trabajo del poemario Concierto animal, de Blanca Varela (Ahora prepara un ensayo sobre lingüística).

Ese año también sacó cinco poemas largos unidos con el título de Simio meditando (ante una lata oxidada de aceite de oliva), de 2016, que fue editado en México y Chile.

“Siempre me interesó la materia prima que es el lenguaje, pero en el ensayo uno lo trata más de afuera, teniendo una idea y tratando de expresarla. En el poema, no ocurre eso. Pero trato siempre de combinar ambas cosas”. Hace unos años publicó Cajas (2012), un ensayo, rara avis, elaborado a base de lenguaje poético.

Digo que Notas… puede leerse como un poema-ensayo; Montalbetti acepta la definición para su más reciente trabajo, pero.. siempre los peros en el arte.

PROCESO DIGITAL
Para Montalbetti, que en 1979 fundó junto a Mirko Lauer y Abelardo Oquendo la revista Hueso Húmero, hay dos tipos de revistas literarias: las de tipo Hueso Húmero, que suma 69 números y se convierte en casi una institución, o también aquellas revistas que se sacan en la universidad por un par de números. “Ahora, ese entusiasmo es más digital que físico; hay muchos blogs y webs que discuten y presentan poemas, eso es parte de la vitalidad de la poesía en el país”. Un proyecto de Hueso Húmero será digitalizar todas sus ediciones, hoy que se vuelve complicado hacerlo en físico.

“La diferencia entre el poema y el ensayo es que en el ensayo uno tiene una idea y, luego, trata de expresarla verbalmente; en el poema uno no tiene una idea, tiene una forma de expresión que va desplegando un pensamiento. Se hace como ‘desde adentro’. Por eso es que un poema no se puede resumir, no tiene la visión ‘desde afuera’. En el poema se desarrolla una idea que no existía antes de ser expresada, mientras que en un ensayo hay una idea sobre la cual uno trabaja. En este caso es un poema.”

¿Y dónde va la crítica?, pregunto. Notas... es una fiesta para el lenguaje, juega entre los territorios límites de la razón, pregunta y hace dudar al lector.

En una de las primeras “sesiones”, el poeta se pregunta en qué lugar situar la interpretación de una obra de arte, ¿en la esfera pública o privada? ¿Acaso hay interpretación pública?, ¿tú y yo tenemos la misma interpretación?, ¿entonces qué valor le damos a la interpretación?

“Es un tema que Wittgenstein trató, si existe un lenguaje privado. Pero el tema de la interpretación privada va al costado y es exactamente lo mismo”, dice Montalbetti, deja la duda flotando, en el sentido de si es ese el territorio del lenguaje.

El libro tiene un apéndice, “anotaciones” en su ficción, que terminan de escribirse el 31 de diciembre de 2017, pero son actuales. Son reflexiones breves pero profundas en torno al contexto difícil del país y de nuestro lenguaje.