1/10/2019
*En los últimos 50 años, nuestro estilo de vida familiar cambió drásticamente como consecuencia de un nuevo sistema de producción.
*La inclusión de la mujer en el circuito laboral llevó a que ambos padres se ausenten del hogar por largos períodos, creando como consecuencia el llamado “síndrome de la casa vacía”.
*El nuevo paradigma implicó que muchos niños quedaran a cargo de personas ajenas al hogar o en instituciones.
*Esta tercerización de la crianza se extendió y naturalizó en muchos hogares.
*Los abuelos no solo cuidan, son el tronco de la familia extendida, la que aporta algo que los padres no siempre vislumbran: pertenencia e identidad, factores indispensables en los nuevos brotes.
*El abuelazgo constituye una forma contundente de comprender el paso del tiempo. Sienten, al mismo tiempo, otra certeza que supera a las anteriores: los nietos significan que es posible la inmortalidad. Porque al ampliar la familia, ellos prolongan los rasgos.