JORGE SOLÍS. En el período de crisis generado por el Fenómeno El Niño Costero, las cajas siguieron prestando su propio capital en el norte del país.
¿Qué evaluación hace de las políticas desarrolladas por el Estado para financiar a las micro y pequeñas empresas afectadas por el Fenómeno El Niño Costero?
–El Estado puso en marcha el Decreto de Urgencia N° 008-2017, que es el Fondo para el Fortalecimiento de las Pymes (Forpro), pero esa norma contiene exigencias que no son aplicables en nuestra realidad, pues el 95% de las micro y pequeñas empresas (mypes) y las pequeñas y medianas empresas (pymes) en el Perú son informales.
Quizá lo que se necesita es ajustar las políticas a las características de nuestro mercado.
En mi opinión, esa norma solo hace beneficiarios a las empresas que están en el Régimen Tributario Mype o en el Régimen General. Es decir, solo considera el financiamiento para capital de trabajo o compra de activos para las empresas formales.
RECUPERAR EL NORTE DEL PAÍS REQUIERE POLÍTICAS DE GOBIERNO ORIENTADAS A RECONSTRUIR LA INFRAESTRUCTURA DAÑADA.
Cifras
15%
Creció la cartera de créditos de las cajas el año pasado. “Tenemos una clara orientación de los créditos hacia el norte”, dijo.
¿Fue considerable el impacto en las empresas?
–Las empresas se fueron afectadas. Este tipo de estrategias son en realidad un impedimento para que los negocios que operan en nuestro mercado puedan acceder a los recursos financieros que necesitan. Nosotros, las entidades microfinancieras y las cajas en especial, no podemos hacer de gendarmes o de agentes de la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (Sunat).
Cuando se establecen políticas con ese tipo de requisitos, lo que se les dice a estos empresarios es que no tienen acceso al financiamiento. Se trata de negocios que generalmente son familiares y no funcionan en un establecimiento comercial, sino en una casa; son emprendimientos que no están registrados en el ente recaudador.
–¿Considera que esta medida busca acelerar la formalización?
–Claro, es probable que esa sea la intención, pero la formalización no se puede dar por ley. Esta medida se debía aplicar en un contexto de emergencia y las políticas de emergencia se adecúan a la realidad, y no al revés. Ese ha sido uno de los impedimentos principales para que el tema avance con mayor celeridad.
Sin embargo, debo resaltar que las estrategias de formalización son razonables y acertadas; lo que cuestiono es el momento, me parece que no era la circunstancia adecuada. No podía condicionarse una estrategia de emergencia a que las empresas estén formalizadas.
–Entonces, ¿el Estado no supo enfrentar la situación?
–Bueno, más que ello creo que faltó comprender al sector. Por ejemplo, no todo fue malo, la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) dio un respiro a las empresas afectadas con la reprogramación de las deudas con una moratoria de seis meses.
Sin embargo, el Forpro debía apoyar a esas empresas para que después de ese respiro del período de gracia los negocios pudieran recomponer sus actividades económicas. Y pese a que fue creado por decreto de urgencia en un período de emergencia, la reglamentación recién se dio en noviembre, es decir, no podía implementarse mientras no se diera el reglamento operativo.
Entonces, uno ve la cantidad de tiempo que transcurrió entre la emergencia y la reglamentación, y se da cuenta de que pasaron seis meses para una medida que debió atender una situación de urgencia.
–Se perdió mucho tiempo…
–Así es, la demora fue muy grande. Lo que sucedió por esas limitaciones es que los fondos no se canalizaron oportunamente para que cumplan la finalidad para la que fueron creados.
Mayor flexibilidad
Solís manifestó que el Forpro debe seguir vigente. “Es importante que el presidente de la República, Martín Vizcarra, impulse la reconstrucción del norte y reformule el Forpro con más flexibilidad para que los fondos asignados a Cofide puedan inyectarse al mercado y se proceda con la reconstrucción económica”. En relación con la recuperación del norte, dijo que aún se sienten los efectos del desastre natural. “Las mypes han podido atenuar los daños del Fenómeno El Niño Costero, pero está pendiente el tema de la reconstrucción; quedan muchas personas que han perdido sus casas. El norte está muy golpeado y aún no han llegado los fondos para la reconstrucción”. Si bien es cierto que se nota la reactivación de la economía, esta no se ha dado con la fuerza debida, ya que no se efectuaron las medidas de manera oportuna, agregó.
–¿El fondo ya ha hecho algún desembolso?
–Ha hecho su primer desembolso en abril de este año y fueron 70 millones de soles, pero a más de un año de la emergencia. Y peor aún, hablamos de un fondo que no es de acceso para la mayoría de las empresas.
Entonces, debemos analizar mejor las cosas; este fondo no fue creado para enfrentar una emergencia, esta medida fue concebida como un instrumento para promover la formalización. Las cajas apoyamos y estamos totalmente de acuerdo con la formalización, pero una virtud que tenemos es atender a esos sectores que son incluidos y no están formalizados, somos vehículos para que esas empresas puedan ser formales en el tiempo.
–¿Cómo han participado las cajas durante el período de emergencia?
–Las cajas ayudaron como paraguas para superar la situación, más aún si se trata de un sector que conocemos bien, pues trabajamos junto con las mypes y pymes desde hace 35 años.
Durante la crisis, las cajas siguieron prestando de su propio capital, de sus recursos. Por ejemplo, Caja Piura tiene un fondo paraguas para dar recursos a sus clientes afectados por el desastre natural por 300 millones de soles. Las otras cajas han desarrollado herramientas similares, como la Caja Sullana o la Caja Trujillo.
–¿En qué situación se encuentra la cadena de pagos?
–Las cajas colocaron de sus propios recursos entre 800 millones y 1,000 millones de soles en créditos para reactivar las empresas del norte durante el período de emergencia y pos-Fenómeno El Niño Costero. Esto permitió que la economía en el norte del país no se desplome y la cadena de pagos no se rompa, a lo que se suma de manera destacada la acertada política de reprogramación de pagos de la SBS. ●
