Año 107 // 3ª etapa // 537 // Viernes 2 de marzo de 2018

Propuesta

Al ritmo de La lá


En ascenso. Desde que apareciera musicalmente con su tierna voz y sus grandes condiciones para la música, La Lá no se ha detenido.

La que quizá sea la cantautora contemporánea más interesante del país se sube al escenario más importante que tenemos. La Lá se presentará en el Teatro Municipal el jueves 8, pero sin atenuar esa esencia que hacen especiales a su música y versos.


TEXTO: FIDEL GUTIÉRREZ M. / FOTO: ROMINA HERA


Y sus canciones volarán desde la intimidad de su cuarto hasta ese teatro enorme y lleno de historia e historias. No es necesario preguntar si, cuando recién empezó con esto de la música y las canciones La Lá soñó con llegar a ser protagonista de un recital en el Municipal. La modestia que irradia responde la pregunta. Este es un paso más en lo que –disculpando el cliché– puede catalogarse como una “carrera meteórica”. ¿Hacia dónde? Hacia la música, principalmente.
“En el aspecto musical todo es disfrute y felicidad”, dice la artista. “La cosa se atraca al querer producir cosas, sean discos o conciertos, o cualquier otra cosa relacionada”.
Sus palabras describen los avatares de todo artista peruano que anteponga la independencia y la creatividad frente a cualquier otra consideración, incluida la de la complacencia. Mantener esta posición ha hecho que La Lá geste, en un lapso de tres años, dos discos muy celebrados. Grabaciones que, además de develar una aguda sensibilidad y una forma de decir las cosas franca y, a la vez, tierna, revelan un eclecticismo musical sostenido sobre el jazz, la música de nuestra costa y la de Latinoamérica.

ZAMBA LINDA

La Lá es el nombre artístico de Giovanna Núñez. No estudió música, pero respiró arte en su casa (su padre es el connotado dibujante Alonso Núñez). Su apelativo se lo impuso ella misma, sacándole la vuelta a esa forma tan nuestra de referirnos a las mujeres (La flaca, La chata, La linda). Su aventura vital en la música la ha llevado a presentarse en muchísimos escenarios de la capital, y en México también. En estos días, su sensibilidad sigue gestando nuevas canciones.

En tierra firme
¿World music a la vista? Felizmente, no. Rosa (2014) y Zamba Puta (2017) son discos que escapan de la catalogación fácil y de la asepsia de ese rubro, destinada a ganar audiencias ‘multitarget’ o refinadas. Pese a que ‘La felicidad’ –una suerte de ágil vals peruano– fue considerado por varios medios de prensa especializados en música uno de los mejores temas del año, tener un hit en boca de todos no es algo que le quite el sueño a La Lá.
Una canción como ‘Mamífera’, referida a la maternidad (asunto que la toca, pues tiene dos hijos), aborda con lucidez despiadada y poética un tema susceptible al edulcoramiento o a la desolación.
Como tantos otros seres a los que el arte rehusó dejar escapar, La Lá dedicó durante un tiempo sus mayores esfuerzos a seguir otra carrera. Estudió filosofía, pero la música terminó acaparando buena porción de sus pensamientos. Pero las letras de sus canciones y sus dichos revelan un grado alto de percepción, y una manera muy personal de describir el estado de las cosas, incluso al referirse a situaciones algo extremas, como las descritas en varios de los temas que conforman Zamba Puta; trabajo con el cual, desde el mismo título, La Lá pretendió llamar la atención respecto al oprobio en el que están sumidas las mujeres.

Luz en la tiniebla
No hace rock, pero aun así La Lá es considerada una de las artistas más interesantes de la escena rockera local. Puede parecer una paradoja, pero más bien resulta una circunstancia coherente, si reparamos nuevamente en su independencia artística y en su actitud hacia lo que ocurre en su entorno. Su forma de hacer las cosas y los pasos que da, la hacen más rocker que varias otras artistas que no conciben la vida sin el riff de una guitarra eléctrica.
Llamar como invitado a la leyenda de la música andina, Manuelcha Prado, para su concierto en el Teatro Municipal, puede ser un ejemplo de esa actitud, casi desafiante, de hacer lo que pocos (o nadie) esperan de ella. También fueron pocos los que esperaban que, de pronto, ese solemne recinto del centro de Lima la albergara a ella y a sus canciones; acostumbradas más a la calidez de los pequeños auditorios.
“Hicimos una solicitud formal al teatro y nos aceptaron el proyecto de hacer un concierto”, explica ella. En cuanto al contenido del recital, adelanta que habrá dos temas nuevos, interpretados junto a ese sexteto de músicos con el que prefiere presentarse cuando las condiciones son las más óptimas. En él participa Julio Pérez Luna, pareja suya en la vida y en la música, integrante de la banda Turbopótamos y del grupo de rock instrumental Los Castigos.
La presentación en el Teatro Municipal se realizará el jueves 8. Luego, la vida para La Lá continuará como siempre. “Después, a seguir componiendo y grabando; a viajar por el Perú y aceptar algunas invitaciones para tocar afuera”, señala. Pero también revela que por su mente circulan “proyectos que no son estrictamente musicales, sino, más bien, editoriales e, incluso, artesanales”.