Por décadas, al Perú se le conoció por sus productos textiles, especialmente en Estados Unidos, que sigue siendo nuestro principal importador. Sin embargo, el sector no ha podido mantener el paso por una serie de elementos que van desde la subvaluación, la competencia desleal, la piratería, los sobrecostos y también el impacto de otras actividades agroindustriales.
APROXIMADAMENTE EL 40% DEL VALOR DECLARADO EN HILADOS Y TEJIDOS IMPORTADOS INGRESA SUBVALUADO AL PERÚ.
No obstante, las últimas cifras de los niveles de exportación nos muestran una tendencia a la recuperación, los que nos hace vislumbrar un futuro promisorio.
La industria textil y confecciones es importante debido a su aporte al empleo y a la generación de valor. Sin embargo, la tendencia hacia la baja mostrada en los últimos años es preocupante.
DE ACUERDO CON LOS GREMIOS, LA IMPORTACIÓN SUBVALUADA DE TEXTILES Y CONFECCIONES CONSTITUIRÍA TAMBIÉN UNA MODALIDAD RECURRENTE EMPLEADA PARA EL LAVADO DE ACTIVOS.
“La reducción de su participación en el producto bruto interno (PBI) de la industria, al pasar de 10.6% en el 2010 a 7.5% en el 2016, fue consecuencia de su menor actividad productiva”, precisó la Sociedad Nacional de Industrias (SNI).
El gremio industrial refiere que recuperar el crecimiento significa superar las barreras que actualmente impiden hacerlo, entre ellos, la competencia desleal, rigidez laboral y regulatoria, la carencia de marcas fuertes en el sector, baja productividad ocasionada por serios problemas de entorno, menor competitividad tributaria, entre otras; que le permita competir de manera eficaz con los países centroamericanos, países de la región, entre ellos Colombia, Ecuador o Brasil, y con los países asiáticos.
El sector confecciones y prendas de vestir tiene enorme impacto socioeconómico, pues da mucho empleo generado por micro, pequeñas y medianas empresas (mipyme), cuyo número ha aumentado considerablemente desde el 2009.
El efecto multiplicador de este segmento es relevante, refiere la SNI , dado el número de encadenamientos que posee con otras industrias locales, como la fabricación de fibras, químicos, plásticos.
Por el lado de la comercialización, se vincula estrechamente con las ventas al por menor y por mayor, transporte y comunicaciones y servicios de publicidad.
Entre enero y agosto de este año, las exportaciones generaron más de dos millones de empleos, entre directos, indirectos e inducidos; en cuanto a las confecciones, fue la segunda actividad no tradicional más intensiva en mano de obra, al promover 160,239 puestos de trabajo (incremento de 11,548 puestos), precisó un reciente informe del Centro de Investigación en Economía y Negocios Globales (Cien-Adex).
Pero las malas prácticas en el comercio internacional también repercuten en el sector. Por ello, es primordial la cooperación que se puede recibir del sector privado para frenarlas.
“La asesoría de la SNI a la Aduana Marítima del Callao mediante sus veedores, ha evitado la evasión de 15.4 millones de dólares en la subvaluación de mercancías importadas en el período enero-setiembre de este año”, afirmó el gerente del Comité Textil-Confecciones del gremio, Martín Reaño.
En similar período del 2017, el apoyo del gremio industrial a la Aduana Marítima del Callao también impidió la evasión de 15.1 millones de dólares.
LOS PRODUCTOS MÁS DEMANDADOS FUERON T-SHIRTS, PELO FINO DE ALPACA, CAMISAS, CAMISETAS, ENTRE OTROS.
Según Reaño, los malos importadores se dedican a declarar que sus productos tienen un menor valor con la intención de pagar menos aranceles, menos impuesto general a las ventas (IGV) y, por lo tanto, tampoco pagan impuesto a la renta, pues gran parte de lo que ingresan, “haciendo trampa”, lo venden en el mercado informal.
Las consecuencias de estas prácticas son menos impuestos y una industria formal muy afectada, pues no puede competir en igualdad de condiciones con los precios irreales de los subvaluadores, lo que da como resultado final menos empresas formales y un incremento de la informalidad.
“A esto hay que sumar la subvaluación en la importación de prendas de vestir, en la que el problema resulta más grave aún”, comentó el representante gremial.