Año 107 // 3era etapa // 538 // Viernes 9 de marzo de 2018

Participación. Las plataformas virtuales han reforzado la acción directa en defensa de los derechos de la mujer peruana.


TENDENCIAS

Poder virtual

Dispuestas a debatir en las redes y a marchar en las calles, Las Respondonas forman una de las comunidades virtuales más grandes y activas del momento. La antigua bandera del feminismo agita sus pliegues en nuevos frentes.

ESCRIBE: ZAIRA BARÚA

Sororidad, tolerancia, género, privilegio, negación y estereotipo son solo algunos de los conceptos que matizan el flujo de publicaciones y comentarios en Las Respondonas, la comunidad virtual que nació en el 2016 y que hoy agrupa a más de 18,000 internautas en torno al objetivo de debatir y aprender acerca del feminismo.
La tarea es compleja y encuentra en fechas como el Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo, una oportunidad para amplificar los mensajes respecto a la igualdad necesaria en un mundo patriarcal que todavía separa por colores a hombres y mujeres: los príncipes son azules; las princesas, rosas.
En la sociedad de la información y la neurociencia, la antigua bandera de la igualdad agita sus pliegues en nuevos frentes; las calles son tan importantes como las redes. Allí, las comunidades virtuales feministas han ganado notoriedad a punta de empeño y generan escenarios para transformar el impulso en acción, empoderando a las mujeres con todos los recursos que facilita la tecnología.
Las Respondonas, por ejemplo, es un caso para el estudio. Como grupo virtual en Facebook, combina la acción y el debate. No hay día en que la comunidad no amanezca con una nueva denuncia por acoso, una alerta por violencia contra mujeres o un análisis sobre contenidos machistas en la prensa y la publicidad. Además, promueve la participación en movilizaciones e iniciativas concretas en la lucha por la igualdad, la justicia, la paz y el desarrollo.

Cuestión de poder
El espacio fue ideado por Eliana Carlín, politóloga de profesión, quien incorporó a la iniciativa a Nani Pease y Laura Balbuena, sus compañeras de universidad. A ellas se sumarían, luego, Alesia Lund y, posteriormente, Michelle Frydlewski, Juan Carlos Guerrero y Tomás Tejada, como moderadores.
“Esta comunidad nació en el 2016 tras unas declaraciones inaceptables del cardenal Juan Luis Cipriani, quien llamó ‘respondonas’ a las ministras de Salud, Justicia y de la Mujer, en el marco de la discusión sobre la anticoncepción oral de emergencia”, recuerda la fundadora.
De inmediato, Eliana Carlín decidió apropiarse de ese adjetivo peyorativo, con el fin de transformarlo en una definición de empoderamiento femenino que, en la actualidad, viene logrando su cometido. A juzgar por los resultados de mediano plazo –al menos en las redes sociales–, hoy, ser una ‘respondona’ es no quedarse callada ante la injusticia, alzar la voz contra el machismo, protestar con argumento.
Michelle Frydlewski, quien participa del equipo como moderadora, considera que la mayor ventaja de ser una comunidad virtual feminista es el gran alcance que se puede lograr de forma gratuita.
“Sin embargo, también tenemos la parte compleja, que consiste en moderar un debate con miles de personas con diversos antecedentes y, por tanto, con ideas muy heterogéneas. A veces el trabajo se torna desgastante y abrumador –confiesa Michelle–. Por eso, este año queremos encaminar las energías del espacio con proyectos concretos”.
“Algunas veces dejamos las discusiones a la ‘automoderación’, pero cuando hay algún problema o discusión fuerte, procuramos canalizar la conversación positivamente”, agrega.

Bandera propia
Eliana Carlín opina que el logro más importante de Las Respondonas ha sido “conectar con la gente”. Es algo difícil de mantener, pero ha sido posible gracias al compromiso de los administradores y moderadores, que mantienen comunicación continua de manera presencial o virtual.
Asimismo, resalta que el espacio ha servido para promover colectivos feministas y diversas iniciativas. En la actualidad, se encuentra en la etapa final un proyecto de cuentos para niños sobre mujeres peruanas.
“Además, hemos participado en movilizaciones sociales por los derechos de las mujeres y tenemos un espacio llamado Círculo Feminista, que modera Laura Balbuena, en el cual podrán encontrar lecturas, información sobre conferencias e incluso seguir interesantes eventos con transmisiones en vivo. La acción colectiva y la protesta pacífica son ejes fundamentales en la consecución de los derechos de la mujer”.
“Hemos logrado que Facebook desactive diversas cuentas con contenido misógino, hemos organizado ‘tuitazos’ informativos que se convirtieron en tendencia nacional y, en ocasiones, pudimos proveer ayuda a compañeras que la requerían”, agrega la fundadora del grupo.
En un doble nivel, el mundo virtual es un escenario para la comunicación, pero también un campo de batalla en sí mismo. En ambos terrenos, Las Respondonas han sabido salir victoriosas, por lo menos hasta ahora.