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suplemento de
análisis legal
Martes 20 de junio de 2017
ELECTORAL
integrantesdelosdenominadosJuradosElectora-
lesEspeciales: un juezoexjuezque lopreside, un
fiscaloexfiscalyunciudadano.Ningunoconuna
formaciónpreviaenladisciplinadelDerechoElec-
toral yqueno resultanmotivados aprofundizar
deunamaneraespecial, dadoquesudesempeño
apenas es depocosmeses. Yestos constituyen la
primera instancia enmateria electoral
Por lodicho, serequierequelos integrantesdel
Jurado Nacional de Elecciones y los integrantes
de los Jurados Electorales Especiales posean un
nombramiento en el cargo, de modo que sean
actores permanentes en el Sistema Electoral, tal
como loson los juecesyfiscales. Soloasí sepodrá
generar laespecializaciónde los jurados,mejores
criterios y hasta la identidad institucional.
Financiamientopartidario
Otro tema sumamente importante es el del fi-
nanciamientopartidario, puesaquel puedeser la
piedradetoqueparaimpedirnosololaexistencia
de
lobbies
, en favor de actividades perjudiciales
para todo el país, si no el vehículomás relevante
de corrupciónde nuestros políticos y de nuestra
política.
El hecho es que bien se ha visto que quienes
realizan actividades laborales sometidas a tri-
butaciónyhonradas, se encuentranmuchomás
limitados respecto de quienes “laboran” en el
negociadodedrogas, enminería legal ominería
“legal - ilegal”,en“launiversidadcomonegocio”y
otrasaccionescomoblanqueodedineroproducto
de la corrupción.
Ademásdeotrasactividadescomopescailegal,
matanzadevicuñas, tala ilegal, tratadepersonas
yotrasde ingresosmenores; hemosvistoque, en
lopráctico, tambiénse encuentraneneste rubro
las empresas que, desde el extranjero, apuestan
por candidatos y se lanzan a realizar donativos,
como “señas” con el objetivo de negociados y,
finalmente,corromper.Asíesquetambiénhemos
visto, públicamente, laresistenciade lospartidos
a ser controlados y la inexistencia de suficiente
justificación para los gastos ingentes de dinero
durante las campañas, lo quemotiva la especial
preocupación,puesrevelaquelosmecanismosde
control sobre ello son absolutamente ineficaces.
Enotraspalabras, elbienpúblico, lanecesidad
de combatir la corrupción que ahora se revela
cruda y nefasta, nos obliga a desarrollar como
sociedad civil una campaña sólida en favor de
que nuestro Congreso apruebe un eficiente e
igualitario modo de control del financiamiento
de las campañas de nuestros partidos políticos.
Quizá los modelos a considerar vienen del
oriente, como podría ser Corea, donde todos los
partidospolíticosregistradosformalmentetienen
lasmismas posibilidades de hacer campaña, en
absoluta igualdad de condiciones: acceso a la
calle,amediostelevisivosyradiales,apapelería…
etcétera, demodo que la competencia se realiza
en igualdad y la diferencia será solo el mensaje.
A nuestro modesto modo de ver, solo una
acción de este tipo generaría la posibilidad de
que se preste atención a las personalidades y sus
trayectorias, losprogramasdeaccióny,másaún,
losmensajes concretos, antesdeque las “estrate-
gias” de los especialistas en seducir y convencer
sinrazonesni fundamentosysoloaprovechando
lo que el dinero puede pagar.
Las cuotas electorales a nuestro
parecer sonmuy importantes
para desarrollar el Estado de
Derecho y nuestra democracia,
en tanto ofrecen voz y
participación política a grupos
especialmente vulnerados
durante nuestra historia
republicana y, por ello, importa
una relevante reivindicación y
unamanera no solo de hacer
justicia sino de desarrollar la
verdadera igualdad.
Ahora bien, unmanejo
despreocupado de tales figuras
bien puede ser contraproducente
en tanto no existan los liderazgos
reales a aprovechar por la
institución, pues se puede estar
colocando, como se diría “en
bandeja” enmanos de algunos
partidos ya organizados o en
manos de ciertos “señores” de la
zona a personas que podrán ser
fácilmente “manipuladas”.
Es decir, en el tema de las cuotas
electorales, no interesa solo la
superficie o lo que se ve en sexo,
vestimentas, lenguas y varios
signos exteriores que podrían
hacer pensar en que algo se
avanza, si no en los liderazgos
ciertos que verdaderamente
representen, posean voz y
signifiquen acción concreta y,
más tarde, negociaciones reales
en pro de los representados. Por
lo dicho, las cuotas electorales
a nuestro parecer deben ser
manejadas según la regiónde
que se trate, es decir, en parte
como se viene haciendo; pero, de
unamaneramás fina, teniendo
en cuenta el desarrollo regional
efectivo (las organizaciones
sociales existentes en sunúmero,
sunivel de desarrollo y las
acciones y participación previa).
Por ejemplo, de lo referido
encontramos como hecho que
enCajamarca los “ronderos”
ya poseen organización previa,
en grannúmero, y liderazgos
visibles. Además expresan
ciertas formas de organización
que cubren vacíos dejados o
no atendidos por el Estado.
Ante ello, se hace necesario
reconocer ello y dejar los espacios
suficientes para lamejora de tal
representaciónde la sociedad
civil. Por ende, la estimulación
se dará para quemejore la
organización civil, conmiras
a lograr representatividad,
corrigiendo el error que
significaría dar por existentes
liderazgos donde no existen
ymotivar a que las personas
sean llevadas a la política
sin conocimiento, solo para
significarmanos alzadas cuando
se les necesite. Anuestro parecer,
si logramos en la práctica
lo que decimos, estaremos
consiguiendo que la sociedad
avance enparticipación bajo
criterios de representatividad
y eficiencia, para lograr
reivindicaciones y estimular
a la participaciónpolítica, que
es nuestro gran objetivo, tanto
como para devolver el prestigio a
tan relevante actividad.
Los grupos especialmente vulnerables
Otro problema, para el caso de opiniones
encontradas, lo puede representar el hecho de
la dificultad para comprender y asimilar los
principios y criterios que deben primar en una
actividad como la electoral. Ello es evidente que
requiere estudiar con detenimiento, conocer
la doctrina y dominarla, lo cual no es sencillo;
más aún, cuando en algunos casos la demanda
será por innovar.
En tal sentido, la composicióndel JuradoNa-
cional de Elecciones, a partir de profesionales
que tienen carreras a veces disímiles, como los
jueces y fiscales, que laboran en especialidades
diferentes con principios y doctrina disímil; los
quevienendefacultadesdeDerecho,quetambién
suelentener susespecialidades, yel elegidoporel
Colegio de Abogados de Lima no garantiza que
comprendan la especialidad electoral.
Es más, cuando se trata de jueces, fiscales y
profesoresde facultadesque sededicana la cáte-
dra, esobvioquenonecesariamente ladejarány
ello es evidente que quita tiempo a la debida es-
pecialidadquepudierandeterminarseaalcanzar
mientras laboren en el Jurado. Esomismo tiene
que ver conque solo seráncincoaños, ydespués
deberán volver a su desempeño diario.
Lo mismo puede decirse que sucede con los