Las fiestas jubilares del Cusco, en la segunda quincena de junio, constituyen una oportunidad especial para visitar esta región, la más importante del legendario imperio del Tahuantinsuyo. A decir de los viajeros y los operadores de turismo, el Cusco se distingue por su diversidad cultural, la riqueza de su patrimonio histórico y la belleza de su territorio, además de la calidez de su gente.
De paseo
- El quinto atractivo, que nadie se debe perder en un viaje al Cusco, es, por supuesto, Machu Picchu, un destino que no necesita presentación.
- Declarada una de las Siete Maravillas del mundo moderno, la ciudadela de Machu Picchu está ubicada a 2,430 metros de altura y ofrece una asombrosa arquitectura de rampas, murallas y terrazas trabajadas en piedra.
La empresa que opera el servicio de trenes entre la Ciudad Imperial, Ollantaytambo y el complejo arqueológico de Machu Picchu, Inca Rail, ha elaborado una lista de los cinco destinos que un viajero no puede dejar de visitar durante su estancia en el Cusco. Estas son sus sugerencias.
Diversidad
El primer destino del listado es Sacsayhuamán. “La gran predominancia de sus galerías, escalones y ventanas hechos de piedra es la atracción principal para muchos visitantes que buscan tener un acercamiento con la arquitectura incaica. Además, especialmente el 24 de junio, aquí se realiza la escenificación del tradicional Inti Raymi o Fiesta del Sol”, refiere Inca Rail en un resumen para viajeros.
En segudo lugar aparece Moray. Importante centro de investigación agrícola en tiempo de los incas, a Moray algunos visitantes lo han descrito como “un gran anfiteatro”. Lo real es que, en este complejo, cada nivel de andenería creaba un microclima diferente, lo que permitía a los especialistas de la época cultivar y experimentar con diversas plantas y frutos.
La montaña Arcoíris ofrece la oportunidad de acercarse a una formación geológica que resalta por su colorido.
Tres, el salar de Maras. Formado por alrededor de 3,000 pozas que, en tiempo de sequías, se llenan con agua salada proveniente de un manantial natural asentado en las alturas de la zona. “Cuando el agua se evapora, la sal se cristaliza. Puede ser usada para fines gastronómicos y hasta medicinales, para terapias como la artritis, el cuidado de la piel, etcétera”, menciona Inca Rail.
Naturaleza a color
Cuatro, Vinicunca. La montaña Arcoíris ofrece a los turistas la oportunidad de acercarse a una formación geológica que resalta por su variedad de colores, producida por la presencia de minerales diversos. Bautizada por la gente como Montaña de Siete Colores, el cerro Vinicunca es la quinta montaña más alta del Perú, con más de 6,000 metros de altura.