El Peruano
Año 108 // 3ª etapa // 562 // Viernes 14 de setiembre de 2018
ESCENARIOS
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TEOLOGÍA DE LAS TABLAS

El estreno de la obra Tebas Land es una oportunidad para que la directora Gisela Cárdenas cuente sus mandamientos al momento de enfrentarse a los monstruos cotidianos del teatro. escribe: LUIS M. SANTA CRUZ # #
La tradición religiosa habla de una lista de diez reglas entregadas por un ser superior con el fin de mantener todo en orden. Y sin darnos cuenta, cada uno aplica sus propias normas existenciales para mantener el equilibrio en nuestros universos personales. Por eso, no me sorprende que Gisela Cárdenas hable con tanta facilidad de sus mandamientos y de los dioses del teatro.
EN TEMPORADA
El método de Gisela Cárdenas para acercarse secretamente a la crítica y las opiniones del público nació bajo la creencia de que la gente teme ser mezquina y rara vez da un comentario honesto a la cara. La directora prefiere escuchar sin preguntar, aprender de forma anónima de las enseñanzas populares posfunción. Tebas Land va hasta el 22 de octubre en el teatro de la Universidad del Pacífico (Jr. Sánchez Cerro 2121, Jesús María).

Esos entes sobrenaturales pertenecen a un panteón al que solo le rezan los actores, directores y guionistas. Seres que le han enseñado muchas cosas a esta autora que hoy refleja lo aprendido en el montaje de Tebas Land, pieza escrita por el dramaturgo uruguayo Sergio Blanco. Y la primera ley divina es esta: “Ten una lista de Nunca Más”.

Cárdenas tiene diarios con errores que nunca más cometerá en el escenario. Nada muy grave, confiesa, mientras comparte el último pecado que ha incluido a esta selección de equivocaciones que a veces la hacen reír. “Nunca más haré que una actriz use un vestido de terciopelo durante más de dos horas de función”.

Hace poco cometió ese traspié y una actriz terminó desmayándose, sofocada por el calor que emiten las enormes luces que cuelgan sobre el escenario. Como los cambios son emocionales y físicos, agregó esa falta en su lista interminable… y empezó a colocar un bidón enorme de agua cerca al escenario en sus siguientes proyectos.

CONFIANZA PLENA

Su segundo mandamiento dice: “Ten a tus sospechosos de siempre”. Una selección de actores en los que confías plenamente y que confían en ti, que crean en tu manera de hacer las cosas. Gente que esté dispuesta a jugar.

Y la palabra “jugar” es más que una selección azarosa. Gisela cree que es esencial jugar y que, en estos tiempos, es casi una práctica revolucionaria. Juega con sus actores y los invita a hacerlo al responder sus dudas con honestos “No sé”, “Después lo vemos” y la esencial “Tú propón algo”.

Tener a sus sospechosos de siempre le permitió reencontrarse en Tebas Land con José Manuel Lázaro y Emanuel Soriano. Según la directora, José se unió a este equipo por su fiereza y Emanuel porque mantiene el alma de niño a pesar de haberse vuelto ya todo un hombre en escena. “Los dioses del teatro me bendijeron con este par”.

Esos entes sobrenaturales pertenecen a un panteón al que solo le rezan los actores, directores y guionistas.

El tercer mandamiento es extraño, pero podría resumirse en un término: “Escuchar”. Gisela tiene como costumbre camuflarse entre el público en el lobby del teatro e incluso en el baño para escuchar las conversaciones que giran alrededor de la obra. Con esta práctica ha escuchado de todo, desde comentarios banales hasta los más destructivos, desde el diálogo menos profundo hasta la crítica elaborada por el ojo más agudo. Entre risas, recuerda que una vez una señora reclamaba que el zapato de la actriz protagonista tenía pegado el sticker de precio en la suela, algo que nadie en la producción había notado.

Finalmente, la última regla divina, la principal: “Entender que el teatro no lo es todo”. De joven, cometió el error de obsesionarse con ideas que solo tenían sentido sobre las tablas, dentro de las paredes del teatro. Luego le tocó dividir su tiempo como directora y visitadora médica en una unidad psiquiátrica, donde encontró tragedia y humanidad. Ese tiempo la convenció de que el drama no es más que drama, el teatro no es más que teatro y que la vida tiene una belleza que no puede perderse en exigencias que amargan el interior.

Va a empezar una nueva función de Tebas Land y Gisela Cárdenas procede a iniciar su ritual. Se ubica en una butaca cercana a la salida, en medio de la gente, para observar a sus compañeros de juegos. Para rendirle cuentas a los dioses del teatro como lo hace cada vez que se apagan las luces.