El Peruano
Año 107 // 3ª etapa // 546 // Viernes 11 de mayo de 2018

SOBRE LA REALIDAD, EL HOMBRE Y EL MUNDO

MIRADA AZUL

Azulados, muestra colectiva en el Rímac.

Síntesis. Formas de volúmenes arbitrarios, perspectiva y sombras sutiles en el espacio imaginario de ‘Entre dos mundos’, obra de Marcia Castagnetto.
Egresados de diversas promociones de Bellas Artes se reúnen en la muestra Azulados para proyectar miradas íntimas del mundo y la realidad en tonalidades y matices surgidos de un color básico. Víctor Hugo ya lo sabía: el arte es azul. ESCRIBE: RENZO CHÁVEZ L.
Arte. Vértigo y laberinto en Sensaciones, propuesta de Susana Estrada.
Un hecho misterioso en el arte, en diferentes tiempos y soportes, ha sido la marcada admiración de ciertos artistas de renombre por el azul. El nobel Pablo Neruda expresó su atracción por este color en versos marcados por el mar y el silencio; Pablo Picasso tuvo una temporada pictórica dedicada completamente a este color básico. Y Víctor Hugo llegó a declarar con pasión que “el arte es azul”.
Eduardo plasma espacios con su visión particular, dejando el análisis de contenido a la interpretación del receptor.

Y es precisamente este color místico –en la variedad de sus tonalidades y matices– el que ha tomado el corazón del histórico distrito del Rímac para mostrarse al público de una forma diferente. Por estos días, a la tradición criolla que sobrevive en los alrededores del jirón Trujillo y las calles de “abajo el puente”, se suman las obras de artistas que comparten una mirada múltiple de la realidad que nos rodea.

Así, la exposición pictórica Azulados es un trabajo conjunto de 23 egresados de diferentes promociones de la Escuela Nacional Superior Autónoma de Bellas Artes (Ensabap) que, en una de sus reuniones de amigos –habituales entre excompañeros de aulas–, tuvieron la idea de organizar una muestra colectiva de sus trabajos.

Para escribir esta nota, nos reunimos con algunos integrantes de este colectivo artístico en el centro cultural La Fábrica, del Rímac, donde exponen sus creaciones, a escasas dos cuadras de la Alameda de los Descalzos y el Paseo de Aguas.

Desborde azul. Vengo de la Selva, donde siempre han existido historias fantásticas, algunas increíbles y otras no tanto, explica Jorge Vela, autor de El ovni de Noé.
SENSACIONES

“El azul da la sensación de paz, seguridad; es un color entrante. Cuando uno egresa de la Escuela, desea expresarse con el ímpetu al tope, quiere ahondar en muchos temas y elementos; sin embargo, con el paso del tiempo y la reducción (simbólica) de los colores, muchos nos hemos quedado con el azul”, explica Juan Landeo, egresado de Bellas Artes en 1997.

“Antiguamente, el azul era un color poco utilizado porque era muy difícil conseguirlo; el azul se adquiría tras moler la piedra lapislázuli. Es por eso que en el Renacimiento y épocas cercanas a él se le usa muy poco”, agrega Lenin Vásquez, de la promoción 2002 de la Ensabap.

Landeo comenta que fue su generación –la de finales del siglo XX– la que gestó la idea original de la muestra Azulados y que, al ver la generosidad del espacio disponible en la galería, optaron por invitar a integrantes de otras promociones.

Así, reunieron las obras de 23 artistas plásticos de diferentes técnicas y estilos, lo que en conjunto es una convergencia de múltiples visiones del mundo y de la sociedad actual.

Picasso tuvo una temporada dedicada completamente a este color básico. Y Neruda expresó su atracción por el color azul.
ESPACIOS

“Soy abstracto y figurativo y el azul me encanta. Eso es lo que expreso en mis obras y he preparado un par para presentar en esta exposición”, manifiesta Eduardo Cochachín, de la promoción 2002. Sobre sus lienzos, Eduardo plasma –más que realidades humanas– espacios del mundo con su visión particular, dejando el análisis de contenido a la interpretación de cada receptor.

La propuesta de Cochachín es diferente, por ejemplo, a la que presenta Lenin Vásquez, quien hace gala de su talento con un políptico, técnica que consiste en elaborar una obra de varios cuadros.

“Me dijeron que traiga una obra grande y yo elegí esta: es la idea de los retratos psicológicos que reflejan la conducta de las personas que se dejan moldear por la sociedad”, argumenta Vásquez, mientras muestra los detalles de cada uno de los cuadros que forman su obra.

TODO MAYO
La exposición Azulados estará abierta al público hasta el 31 de mayo en el centro cultural La Fábrica (Jr. Chiclayo 594), en el corazón del Rímac. Esta exposición brinda una visión diferente de la sociedad y del mundo, gracias a las perspectivas de los artistas convocados. Además de la exhibición propiamente dicha, los sábados se ofrecen talleres especiales para todo el público sobre arte y fotografía.

El trabajo de Marco Antonio Torres, artista tarmeño de la promoción 2002, proyecta una interesante variación en el detalle de la obra La creación de Miguel Ángel, porque para él, el azul representa lo divino, lo celestial. “Dios es azul”, manifiesta.

Landeo, Vásquez, Cochachín y Torres son solo cuatro de los 23 artistas que presentan sus obras en La Fábrica, una incursión que contrasta con un Rímac criollo cuya arquitectura todavía remite a la Colonia, a las tapadas y a las tradiciones que recogió, por ejemplo, el genio literario de Ricardo Palma. En una ciudad de cielo gris, es evidente que la vida no tiene un color específico, pero el azul está allí para quien quiera apreciarlo.