En setiembre del 2015, los líderes mundiales adoptaron los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), comprometiéndose con 17 objetivos para erradicar la pobreza, promover la paz y la igualdad, impulsar el crecimiento inclusivo, así como proteger el medioambiente.
¿Cómo vamos en ese objetivo? Según el Dow Jones Sustainability Index (DJSI), América Latina es una zona en que las empresas han aprendido mucho en ese sentido. Colombia y Brasil están a la vanguardia en negocios y empresas sostenibles no solo en la región, sino también a escala mundial.
El DJSI es un conjunto de varios índices de sostenibilidad que integran a las compañías con alto desempeño en diferentes sectores como el económico, el social y el ambiental. En la lista también figuran Chile y México, que configuran un nuevo modelo en el que el Perú está incluido.
Un caso destacable es el de Brasil, en donde alrededor de 500 empresas mantienen prácticas sostenibles dentro de su compromiso con la sociedad, según se desprende del informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), denominado Responsabilidad Social Corporativa (RSC) en América Latina: Una visión empresarial.
En ese país, la Cepal resalta el caso de la empresa Natura, la cual ha integrado la RSC como parte de su estrategia de negocios y publica reportes de sostenibilidad siguiendo la guía de la Global Reporting Initiative.
En el Perú también hay casos que se pueden resaltarse, como el del Instituto Británico, especializado en la enseñanza de la lengua inglesa, que incorpora progresivamente políticas de inclusión para sus grupos de interés desde hace 81 años.
Gabriela Aguilar, gerente de Responsabilidad Social y Cultural del Británico, sostiene que los grupos de interés de su institución son los más de 1,000 colaboradores, entre profesores y personal administrativo, así como de sus más de 50,000 alumnos en los 11 centros de estudios del Británico en Lima.
“Nosotros sentimos una gran responsabilidad frente a los jóvenes, a los que tenemos como grupo de interés inmediato. Con nuestras actividades, nos proponemos educarlos en temas sociales y medioambientales. También fomentamos la cultura para complementar la formación que brindamos”, asegura Aguilar.
De acuerdo con la Red Global del Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD, por sus siglas en inglés), la base de la pirámide en todo el mundo implica a tres billones de personas que viven con menos de tres dólares al día y 1.5 billones que subsisten con hasta nueve dólares diarios.
Este enorme grupo de personas es el objetivo de muchos programas de RSC. En su informe, Contribuyendo a los Objetivos de Desarrollo Sostenible: El Enfoque de los Negocios Inclusivos, el WBCSD, acorde con data del Banco Mundial, manifiesta que 4.5 billones de personas se hallan en la base de la pirámide y gastan cinco trillones de dólares en total.
Según el WBCSD, las empresas que buscan expandirse en los llamados mercados emergentes, miran a la base de la pirámide y sus 4.5 billones de personas que están en ese segmento.
Al parecer, lo hacen porque al desarrollar negocios inclusivos se pueden crear oportunidades de empleo y emprendimiento para las personas que viven en se nivel de pobreza.
Adicionalmente, las empresas podrán desarrollar productos más asequibles y de mejor calidad para satisfacer las necesidades básicas de los seres humanos.
En América Latina, según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la base de la pirámide está compuesta por más de 400 millones de personas con menos de 10 dólares al día, que en su conjunto ascienden a 795,000 millones de dólares.
La base de la pirámide está en constante crecimiento, habiendo aumentado 22% entre el 2000 y el 2010. El 75% de la población incluida en ese grupo vive en ciudades, son aproximadamente tres personas por hogar y tienen una edad promedio de 28 años.