Año 5. Edición Nº 289. Jueves 28 de febrero de 2019
ESCAPES
DISFRUTA SONGOS
La vida en tobogán
Las cascadas y toboganes de piedra de Songos, ubicados en las alturas del departamento de Lima, son un destino perfecto para iniciarnos en el turismo de aventura y una invitación única para disfrutar de la naturaleza en su más reveladora belleza.
Escribe: Silvia Céspedes /Fotos: Pedro Bullón
Los famosos toboganes se hallan en el anexo de Linday-Songos, a la altura del km 63 de la carretera Central. Obligatoriamente hay que usar zapatos y ropa adecuada para caminar aproximadamente 30 minutos que cubrirá el agreste circuito que nos llevará hacia la quebrada.
Tome nota
Hay tours de varios precios. Le sugerimos el de Mapi, Moda Tours y Mega Aventura.
Mega Aventura sale todos los días a 100 soles por persona, pero si pagan cuatro, viajan cinco. Incluye movilidad, instructor en rapel, equipo certificado por la UIAA.
Moda Tours ofrece el full day por 75 soles. Es para mayores de 10 años y personas con buen estado físico.
El paisaje es impresionante por donde se le mire. El caserío de Songos pertenece al distrito de San Jerónimo de Surco, en la provincia de Huarochirí, y, como ocurre en vastas extensiones del territorio nacional, la geografía ha sido bendecida por la madre naturaleza. Aquí, las hermosas cascadas, tanto como la zona arqueológica lo mantendrán al vilo, con la adrenalina siempre al tope.
El pueblo de Songos debe su fama a “Los Toboganes”, que se alimentan de las aguas que provienen del canal de desvío del túnel de Tamboraque.
El circuito se inicia en la “Catarata del amor” hasta llegar a Los Toboganes. Aproximadamente hay 350 metros de caídas de agua. Una de las más visitadas es la llamada “Ducha del inca”, donde la diversión está asegurada. Solo hay que llevar el espíritu aventurero al tope y las mudas de ropa que necesitará obligatoriamente. Acá todos se mojan.
Para llegar también se puede tomar el camino de herradura que lleva directamente a Los Toboganes, aunque para eso hay que caminar por lo menos una hora.
Zona arqueológica
Cuando visite el lugar, sepa que muy cerca del anexo Linday-Songos se puede visitar el complejo arqueológico de Cantahuaycho. Para acceder al sitio, hay que iniciar la caminata en el arco de Songos, en la carretera Central y subir hasta Linday. Luego hay que tomar el camino alterno hacia la derecha hasta llegar al camino inca.
En Cantahuaycho, las construcciones de piedra están ubicadas en las faldas del cerro a modo de terrazas con entradas muy pequeñas. Se trata de una arquitectura especial muy visible desde lejos.
Otra opción para visitar es el complejo arqueológico de Cotogentil. Son construcciones desde donde los antiguos pobladores de Surco (Huaranga Picoy) observaban el valle y sus parcelas.
En esta especie de fortaleza abundan las chullpas o kullpis, construcciones funerarias que muestran diversos compartimientos subterráneos usados como criptas sepulcrales para sus muertos. Las del nivel superior eran usadas como capillas para ofrendas y terrazas en las que almacenaban los aparejos utilizados en sus faenas agrícolas.
Parte del circuito Songos–Linday es también las ruinas de Boquicuesta, constituidas en su mayoría por chullpas de base angular o redonda sobre la falda del cerro.
Pasado y presente
Algunos investigadores creen en la cosmovisión de los pobladores, ellos usaban estas chullpas en épocas de descanso de sus labores agrícolas, y durante sus festividades. En estos tributos a la tierra compartían las chullpas con sus antepasados en la creencia de que la vida después de la muerte es eterna.
Esta ruta ecoturística lo llevará también hasta la fortaleza de Huacapune, ubicada en el límite con el anexo de Ayas. Los circuitos de trek que verá y disfrutará le permitirán recorrer a paso firme la historia, el pasado fabuloso y el presente, estructurado con imágenes poderosas: la naturaleza en toda su brutal belleza.