Año 5. Edición Nº 289. Jueves 28 de febrero de 2019
RECORRIDOS
DULCES DEL SANTA
En la ruta del postre
Hace unos meses (Lo Nuestro 279)
dábamos cuenta de la ruta de la “causa de pescado” en la provincia del Santa, Áncash. Hoy le ofrecemos un nuevo recorrido, pero esta vez con sabor a manjarblanco, caña de azúcar, maracuyá, leche y otros más novedosos.
Escribe: Hugo Grández /Fotos: David Roncal
Todos saben que en Chimbote no se puede dejar de probar un buen ceviche de pescado o que en el distrito de Vinzos, resulta de ley saborear el saladito de una provocadora causa de pescado. Pero lo que muchos no saben es que, a lo largo de la provincia del Santa, en el departamento de Áncash, se puede hacer un nuevo y delicioso recorrido del sabor: la ruta del postre.
Sabores
Chimbote fue sede de la primera edición del Festival del Dulce de la provincia del Santa que se realizó en el Vivero Forestal de la ciudad.
Si visita Chimbote no deje de probar la causa de pescado, que se elabora con pescado salado. Otras posibilidades son sus chupes y sus celebrados ceviches.
¿Y qué hace al Santa un epicentro del dulce? David Roncal, un incansable impulsor de la gastronomía de esta parte del país, dice que eso se debe a que esta provincia tiene una larga tradición con la caña y la producción de azúcar en la Hacienda San Jacinto, ubicada a 45 minutos de Chimbote.
Esta provincia tiene una larga tradición con la caña y la producción de azúcar y maracuya..
Señala también que esta parte del país es la principal productora de maracuyá de todo el país, con más de mil hectáreas cultivadas; y con una importante producción lechera y sus derivados.
Alfajores y panes
Una tradición dulcera que tiene más de un siglo de vigencia se encuentra en Moro, a poco menos de una hora de Chimbote. Se trata de los espectaculares alfajores de doña Nidia Sotelo o “Doña Cholita”, cuya familia ha hecho de este postre un emblema. Aquí, la masa se cocina en un horno artesanal, y el relleno combina manjarblanco con frejol colado. Una delicia.
Refrescante propuesta
Para el intenso calor, la ruta del dulce no podría dejar de ofrecer los refrescantes helados. Estos provienen del establo Montoro, ubicado en el valle El Progreso. Allí, a base de leche que producen sus vacas Holstein, se preparan helados, chupetes y yogures. Los más requeridos son los de arándano y maracuyá y para probarlos no tendrá que trasladarse hasta el establo, porque los encuentra en la heladería Minnelly de larga tradición haciendo las delicias que todo Chimbote disfruta.
¿Gusta de un buen pan? Puede encontrarlo en el mismo distrito de Moro, en una comunidad campesina donde la mayoría de los predios tiene hornos de barro, por lo que se hace llamar Hornillos.
Uno de los principales panaderos de la zona es don Felipe Flores. Cada mañana, él y su familia mantienen la tradición de moler el trigo de forma artesanal, preparar la masa, darle forma y llevarla al horno. El resultado es cuatro tipos de panes cuyas presentaciones son únicas. Se trata del pan de agua, pan de maíz, pan de manteca natural y pan de trigo.
Para cerrar los ojos con el sabor, una sabrosura dulcera a base de maracuyá, en la cuadra cuatro de la calle Espinar y muy cerca de la Plaza de Armas está la pastelería Rebaccinni, donde lo atenderá Olga Espejo, trujillana de nacimiento y chimbotana por la magia del dulce. Su especialidad son los cheesecake, y los hay de lúcuma, fresa y demás sabores. Pero, el obligado es el de maracuyá. Dese el gusto de sentir el crujir acidito de sus pepitas al morder el pastel.
Ya lo sabe. Si lo suyo es el puntito del dulce, dese una vuelta por los alrededores de la provincia del Santa.