El Peruano
Año 107 // 3ª etapa // 549 // Viernes 1 de junio de 2018
HISTORIA
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SOBREVIVIR A LA ESCLAVITUD

Los estudios sobre la esclavitud en el espacio peruano han merecido distintas propuestas y perspectivas en el transcurso de los años. Cuando se pensaba que ya todo estaba dicho, surge la propuesta de la historiadora Maribel Arrelucea, que vale revisar. ESCRIBE: RICHARD CHUHUE / HISTORIADOR # #
Desde los clásicos aportes de los historiadores peruanistas como Frederick Bowser, Jean Pierre Tardieu o Christine Hunefeldt, hasta la notable producción de Wilfredo Kapsoli, Alejandro Reyes, Carlos Lazo o Alberto Flores Galindo, la diversidad de obras que aportan al tema de la esclavitud ha brindado elementos que permiten configurar un conocimiento y aproximación a esa situación de oprobio, por la cual muchos pobladores provenientes del África fueron esclavizados y traídos a un territorio nuevo al cual tuvieron que adaptarse.

Mas esta reconstrucción de nuestro pasado está aún lejos de ser concluida, pues siguen surgiendo nuevas vetas de interés y pautas metodológicas para darles relectura a las fuentes históricas que tratan sobre el tema.

“Haciendo uso de la historia social y recogiendo los avances de la microhistoria, se les brinda rostro a los sectores populares”.
NUEVO LIBRO

La renovación académica se plasma en trabajos como el que acaba de publicar la historiadora Maribel Arrelucea: Sobreviviendo a la esclavitud. Negociación y honor en las prácticas cotidianas de los africanos y afrodescendientes. Lima, 1750-1820 (Instituto de Estudios Peruanos, 2018).

Haciendo uso de la historia social y recogiendo los avances de la microhistoria, se les brinda rostro a los sectores populares, visibilizándolos, contando sus experiencias y cotejando esta perspectiva con la de las clases dominantes, que ha sido privilegiada por la historia tradicional para la reconstrucción histórica.

De esta manera, se construye la “historia de la gente sin historia”. Esta investigación se suma entonces al caudal historiográfico sobre el tema de la esclavitud, revelando elementos poco considerados como la negociación en las prácticas cotidianas, hecho que permitió, en los intersticios de las relaciones sociales con los dominantes, que los esclavizados pudieran hallar puntos desde los cuales ir obteniendo cada vez más y mejores elementos para sobrellevar su difícil existencia.

Además, el haber sido la limeña una sociedad que permitía el contacto permanente de los diversos sectores de la sociedad en espacios públicos, hizo que se establecieran diversos vínculos interétnicos que van de lo religioso a lo cultural, incluyendo lo gastronómico, medicinal y artístico. Y esto contribuyó también en definitiva a ir moldeando nuestra sociedad actual, donde el aporte africano es importante.

Se ha acostumbrado a percibir a la población esclavizada con la imagen del ser humano engrilletado y sometido a tratos crueles y nada más. Ello existió y Arrelucea no lo niega, pero ya en la última etapa colonial esta población puso en juego fórmulas aprendidas en la experiencia vivencial de acciones que juzgaban más provechosas para sus fines o hizo uso de la legislación y los casos que sentaban jurisprudencia, con las cuales pudieron obtener mejores condiciones para su vida.

PRESENTACIÓN
El libro será presentado el día jueves 14 de junio a las 7 p. m. en el local del Instituto de Estudios Peruanos (Jirón Horacio Urteaga 694, Jesús María), con los comentarios de Scarlett O’Phelan y Walter Twanama.
INTERPRETACIÓN

Arrelucea, historiadora formada en las aulas sanmarquinas, recoge no solo esa tradición historiográfica, sino que también consolida los aportes de Flores Galindo, en el sentido de incorporar las historias particulares como categorías de análisis al engarzarlas en la memoria colectiva.

Pero también corrige las apreciaciones que diera este autor con respecto a la supuesta anomia sociopolítica de este sector, mostrando cómo sus prácticas y supuesta sumisión en realidad esconden estrategias por las cuales los afrodescendientes poco a poco irán transformando el sistema esclavista, consiguiendo una mayor apertura para sus demandas y anhelos.

Finalmente, esta propuesta invita a ser leída porque configura parte de los esfuerzos por lograr una nueva visión de un sector sojuzgado, que vivió un tiempo de dolor y sufrimiento. Entendiendo las circunstancias contra las que se tuvo que luchar en el tiempo, podremos valorar a estos sujetos históricos que contribuyeron con su presencia y trabajo a la forja de nuestra nación. Ellos no son actores ajenos en la historia, son parte de cada uno de nosotros, los actuales peruanos. En sus historias nos podemos reconocer, así como evidenciar su tesón y lucha.