El Peruano
Año 108 // 3ª etapa // 569 // Viernes 16 de noviembre de 2018
CREADORES
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LUCES, CÁMARA, ¡MUJERES!

Ani Alva, la directora más taquillera en la historia del cine peruano y miembro del jurado del certamen internacional The Mountain Film Festival, cuenta detalles de su proceso creativo, mientras analiza las claves de su buen momento. escribe: LUIS M. SANTA CRUZ # #
Ani Alva llega al set de No más novias, la nueva película de Sandro Ventura en la que trabaja como productora, cargando cinco cuadernos en su maleta. Pesan, son incómodos, pero intenta disimularlo mientras se pasea saludando a todo el equipo, desde los actores hasta los encargados del catering.
MONTAÑA DE CINE
El festival internacional The Mountain Film Festival (MFF) desarrolla su octava edición en el Perú y tiene como objetivo dar a conocer el talento de artistas que retratan historias de adrenalina y pasión por practicar deportes de aventura. El festival comenzó el martes 13 en el hotel Cusco –en la Ciudad Imperial– y culmina hoy en el Museo de Arte Contemporáneo de Lima (MAC), ubicado en la Av. Grau 1511, Barranco. Ingreso libre.

Los cinco cuadernos son cinco películas que han ido apareciendo en su mente, cinco proyectos cinematográficos que escribirá a mano desde el primer título hasta el punto final. A pesar de que sus amigos le reclaman que aproveche la tecnología y escriba todo en una laptop o una tablet, ella prefiere lo tangible.

La directora opta por una página llena de borrones y apuntes hechos con prisa, que nacen mientras escucha alguna conversación en un café. Escritos con torpeza, aunque con mayor sentimiento de lo que tendrían de haber nacido frente a la comodidad de un teclado. Un feeling personal, le dice a esa carga emotiva que ya demostró en anteriores trabajos como El beneficio de la duda y, especialmente, No me digas solterona.

REPRESENTACIÓN

Ha sido el éxito de ese último proyecto, que llevó a más de 870,000 espectadores a las salas peruanas, lo que le ha abierto nuevas puertas a la cineasta. Sin embargo, la principal victoria ha sido personal, demostrando que las cosas se pueden hacer de forma diferente de vez en cuando.

Puedes ser excelente con los audiovisuales y aún así no transmitir nada. El ángulo perfecto con una cámara no siempre conmueve

Recuerda que en las reuniones con los encargados de marketing y publicidad, ellos le repetían desalentadores presagios. “Haz otra cosa”, “Cambia el tráiler” y “Esto no va a vender”, fueron las frases que le llovían a diario, pero a las que combatió con la indiferencia de los que se proponen morir en su ley.

Ani no pensaba prostituir sus ideas porque la industria cinematográfica puede estar basada en el entretenimiento y el negocio, pero ella se sentía responsable de contarle sus verdades al público. Verdades sobre el amor propio, la rebeldía de decirle a las masas que la satisfacción no se encuentra solo en pareja.

A la felicidad de hacer un proyecto con personalidad se suma la alegría de haber servido como inspiración para jóvenes directoras que le escriben a diario para contarle que a pesar de las dificultades que impone una atmósfera exageradamente masculina, quieren destacar. Aunque Alva quisiera que la participación femenina no se limitara a la dirección o a la producción, donde ya se han visto ciertos avances en lo que significa la cuota de género.

Sin ir muy lejos, destaca que en el rodaje de No me digas solterona se puso como meta que todas las áreas de la producción contaran con personal femenino. Una fantasía hecha realidad para la directora, ya que no es normal dentro de la industria ver a mujeres cargando cámaras, manejando las luces o en la elaboración de grandes escenografías. Otro paso adelante, uno más.

JUICIO CRÍTICO

“Gracias a que a la película le fue bien, se han enterado de que existo”. De esa forma explica Ani la invitación que recibió para sumarse como jurado del The Mountain Film Festival, un evento que recibe material ligado al deporte de aventura más extremo y con un público objetivo muy determinado.

Por eso, Alva cree que su aporte a esa mesa de jurados, en la que priman deportistas, es importante. Si bien a ella le aterra todo lo que involucra velocidad y su actividad deportiva favorita es el crossfit, su juicio crítico se basa en la pasión y en lo técnico en un perfecto balance.

La teoría que la cineasta sostiene es que puedes ser excelente con las herramientas audiovisuales y aún así no transmitir nada. El ángulo perfecto para la toma arriesgada con una gran cámara no siempre conmueve. En este caso, luego de hacer un espacio en su agenda de trabajo para ver los proyectos presentados, ha encontrado que todos los participantes saben tocar fibras sensibles siguiendo diferentes criterios.

Su veredicto final, sin embargo, es un misterio que oculta junto a los cinco cuadernos de su mochila. Tras un cierre hermético que no se abrirá hasta que sea el momento de decir el nombre de un ganador o de hacer una nueva película.