El Peruano

Segunda Etapa. Año 4. Edición Nº 260 Lunes 16 de abril de 2018
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14.5%

fue el crecimiento registrado por el sector pesquero en febrero en términos de volumen de extracción, reportó el ministerio de la producción
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Adex se reunió con el MTPE
En una reunión con el ministro de Trabajo y Promoción del Empleo, Christian Sánchez, el presidente de la Asociación de Exportadores (Adex), Juan Varilias, expresó el compromiso de su sector para contribuir a la formalización laboral. Varilias resaltó que esta formalización va de la mano con iniciativas para hacer más competitivas a las empresas exportadoras peruanas. “No podemos mejorar nuestra competitividad si no mejoramos los niveles de productividad”, aseveró.
INTEGRACIÓN LATINOAMERICANA
HACER REALIDAD EL SUEÑO POSTERGADO
ENTREVISTA
El director ejecutivo del Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), César Peñaranda, destaca que si la agenda integradora regional no va a la velocidad deseada, los acuerdos binacionales son una opción viable, tal como lo han demostrado Perú, Chile y Colombia.
Escribe: RODOLFO ARDILES V.
¿En qué situación se encuentra la relación comercial entre los países latinoamericanos y qué es lo que podemos esperar a futuro?

–Lamentablemente, el comercio intrarregional no significa un porcentaje muy importante del comercio global de la región. En los últimos años, el promedio del total de lo que compran y venden los países de Sudamérica y Centroamérica llega solamente al 20%. Es decir, todo lo que compran y venden los países de la región entre ellos no supera ese porcentaje, no obstante el número de acuerdos regionales y los años que se han invertido en la búsqueda de la integración. Esta aspiración viene desde la década de 1960, cuando la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi) y el Sistema Económico Latinoamericano (Sela), o la Asociación Latinoamericana de Comercio (Alalc), se crearon para ese fin.

¿Estas instituciones no funcionaron?

–Así es. En realidad, lo que no funcionó fue la integración regional. Por eso, se comenzó a buscar la integración subregional. Así surgieron el Acuerdo de Cartagena, que hoy es la Comunidad Andina (CAN); también el Mercado Común del Sur (Mercosur) y, más recientemente, la Alianza del Pacífico (AP). Todos estos intentos aparecieron con muchos bríos, pero tampoco implicaron que las corrientes de comercio entre los países que las integran representen un porcentaje alto del comercio de cada país. En resumen, no obstante los intentos de acuerdos regionales y subregionales, que ya tienen cerca de 50 años, la integración no se ha logrado.

–¿La aparición de gobiernos más inclinados a la apertura comercial y promercado significará un cambio en el objetivo de integración económica?

–Los acuerdos de integración deben implicar la búsqueda no solo del aspecto comercial, sino también la integración económica. Ese ha sido, en parte, el problema que tuvieron esos intentos de integración regional, pues además se buscaba otras áreas dónde integrarse, tratando de emular al Mercado Común Centroamericano; aunque los enfoques económicos de los países no necesariamente coinciden.

Por ello, cuando se creó la Alianza del Pacífico se generó una expectativa muy grande, ya que los cuatro países que la integran (Perú, Colombia, México y Chile) tienen una política económica similar. Son países que tienen sistemas económicos abiertos que descansan en una economía de mercado que da prioridad al sector privado para que fomente la actividad económica.

Por ello, se pensó que esos cuatro países tan parecidos en lo económico podrían avanzar más rápido. Al comienzo, gran parte del comercio de esos países se abrió entre ellos, pero luego de ese impulso las cosas se estancaron y ya no vemos avances significativos. Cuando hablamos de la región, la disparidad es aún mayor; no solo se trata de Venezuela, Ecuador está cerrando su economía; Brasil tiene una economía bastante cerrada también. Intentar un acuerdo mayor de integración sería en este momento una ambición muy grande.


Chile y Perú son los países que más TLC han suscrito, además de acuerdos bilaterales.


Cifras

21

tratados de libre comercio (TLC) en vigencia tiene suscrito el Perú, entre ellos con China y Estados Unidos.

22.7%

crecieron las exportaciones peruanas al mundo el año pasado, lo que totaliza 44,058 millones de dólares.

46%

De total de nuestras exportaciones a la Alianza del Pacífico tuvo a Chile como destino.

Acuerdos bilaterales
De acuerdo con Peñaranda, todos los países esperaban que la Organización Mundial del Comercio (OMC) avanzara aceleradamente hacia la apertura de los mercados y que redujera los aranceles, con lo cual se beneficiarían a escala mundial con una mayor apertura de mercados.
“La OMC comenzó a tener problemas en el comercio de bienes y servicios. Era difícil avanzar. Fue allí cuando se pensó que los acuerdos regionales podrían llegar a ser útiles y, como ya hemos visto, en América Latina no avanzaron con la dinámica prevista”, refirió.
Pese a ello, dijo, hay países de la región que son líderes, como es el caso de Perú, Colombia y Chile. “Estas naciones se dieron cuenta a tiempo de que el mercado es todo el mundo. Por lo tanto, la clave del éxito está en abrir sus economías”, sostuvo el ejecutivo.
FIRME. Peñaranda solicitó mayor integración regional.
–¿La aparición de gobiernos más inclinados a la apertura comercial y promercado significará un cambio en el objetivo de integración económica?

–Los acuerdos de integración deben implicar la búsqueda no solo del aspecto comercial, sino también la integración económica. Ese ha sido, en parte, el problema que tuvieron esos intentos de integración regional, pues además se buscaba otras áreas dónde integrarse, tratando de emular al Mercado Común Centroamericano; aunque los enfoques económicos de los países no necesariamente coinciden.

Por ello, cuando se creó la Alianza del Pacífico se generó una expectativa muy grande, ya que los cuatro países que la integran (Perú, Colombia, México y Chile) tienen una política económica similar. Son países que tienen sistemas económicos abiertos que descansan en una economía de mercado que da prioridad al sector privado para que fomente la actividad económica.

Por ello, se pensó que esos cuatro países tan parecidos en lo económico podrían avanzar más rápido. Al comienzo, gran parte del comercio de esos países se abrió entre ellos, pero luego de ese impulso las cosas se estancaron y ya no vemos avances significativos. Cuando hablamos de la región, la disparidad es aún mayor; no solo se trata de Venezuela, Ecuador está cerrando su economía; Brasil tiene una economía bastante cerrada también. Intentar un acuerdo mayor de integración sería en este momento una ambición muy grande.

–Esta lentitud, en cuanto a la integración económica y comercial de la región, ¿se debe solo a cuestiones políticas o hay otras consideraciones, como la disparidad económica entre los países latinoamericanos?

–Hay varios factores, pero lo primero es aspirar a una integración que vaya más allá de lo comercial. Esto quiere decir trabajar en inversiones, flujo de capitales, intercambio de trabajadores, es decir, aspirar a una integración mayor, como lo hizo la Comunidad Económica Europea (CEE).

Sin embargo, eso es difícil ahora, pues hay una gran disparidad en cuanto al enfoque económico. A su vez, hay elementos políticos que han surgido. Esta realidad complica los avances del objetivo integrador.

Además, los países enfrentan dificultades, en algunos casos mayores que otros. Eso complica el avance, pues la integración también significa apertura.

Cuando un país tiene una tasa de crecimiento menor enfrenta una coyuntura complicada, se resiste a abrir su mercado, pues sus empresas comienzan a tener problemas. También se niegan a reducir aranceles, ya que eso trae como resultado una menor recaudación. Actualmente tenemos problemas políticos, pues las visiones económicas no son parecidas, salvo la de los países de la AP.