–Es un centro de investigación educativo en la Escuela de Graduados de Educación de la Universidad de Harvard. Originalmente fue concebido para estudiar las ciencias cognitivas, pero luego fue reformulado para seguir la formación educativa e incluir la investigación sobre la cognición, el aprendizaje, el razonamiento y lograr que sus efectos sean visibles. Me refiero a aspectos tan diversos como la educación moral, la vida digital, el aprendizaje, la creatividad y la innovación. Este proyecto busca el desarrollo de enfoques basados en la indagación.
–Queremos desarrollar nuevos conocimientos, herramientas y recursos para los educadores de manera conjunta con nuestros colegas de Innova School en el Perú, que brinden un mayor apoyo a enfoques progresivos en la educación. Este proyecto busca implementar una interacción colaborativa con nuestros socios de trabajo; es decir, basado en la influencia recíproca. Hay que enseñar con un sistema que apoye a los jóvenes en los colegios, pero que también pueda ser utilizado ampliamente para generar otros enfoques en relación con diferentes prácticas, así como otros ambientes y contextos.
–El Proyecto Cero consta de diversas aristas. En el Perú –por ejemplo– se llama Creando Comunidades de Indagación, y se diseñó para que los jóvenes se conviertan en los creadores de sus experiencias y no únicamente consumidores de ellas.
Lo que buscamos con ello es desarrollar en los estudiantes una mentalidad que los empodere, los motive y los convenza de que ellos sí pueden lograr sus metas ante el mundo.
Eso se conecta con las metas del país y, como equipo de investigación, esperamos que eso apoye a la siguiente generación de jóvenes no solo en los colegios Innova, sino también en el amplio contexto del Perú. Haciendo de los estudiantes las personas más curiosas y creadores de esas experiencias que vivirán y se sientan con el poder de dar forma a su mundo.
–La génesis del proyecto proviene de una investigación previa que desarrollamos en Emiratos Árabes Unidos en una red de colegios. Pero fue algo diferente de lo que estamos trabajando en los colegios. Sin embargo, la meta no difiere mucho; es decir, apoyar un enfoque de la educación en diferentes contextos curriculares.
Los resultados fueron innovaciones que nuestros socios utilizaron para desarrollar nuevos enfoques que permiten alcanzar objetivos en otros contextos educativos. Esa labor no terminó y esperamos que haya un diálogo en ese trabajo de innovación de Emiratos Árabes Unidos y la labor que se desarrolla en el Perú.
HAY QUE ENSEÑAR CON UN SISTEMA QUE APOYE A LOS JÓVENES EN LOS COLEGIOS, PERO QUE TAMBIÉN PUEDA SER UTILIZADO PARA GENERAR OTROS ENFOQUES EN RELACIÓN CON DIFERENTES PRÁCTICAS.
–Como comenté al inicio, el Proyecto Cero es un centro de investigación de la Escuela de Posgrado de la Universidad de Harvard. El trabajo que desarrollamos en el Perú es uno de 26. Aquí se llama Creando Comunidades de Indagación.
El proyecto está recibiendo fondos de diferentes maneras y todos (los 26) dependen de lo que en Estados Unidos llamamos soft money (dinero blando), es decir, que la universidad en sí no da el dinero, los recursos vienen de otros donantes y se hace de diversas formas según cada caso.
En el Perú, el trabajo está siendo apoyado por los colegios de manera conjunta con donantes que soportan a esos centros educativos. La meta del proyecto es que su impacto se logre no solo en los colegios privados, sino que también se extienda a todo el público peruano, y más adelante a Sudamérica.
Agregaría que el proyecto tiene un alcance global, y muchas de las herramientas y recursos que los educadores están usando son resultados de iteraciones de otros trabajos. Entonces, veo que la inversión por los colegios y sus asociados tendrán un mayor alcance, más allá de las fronteras del propio colegio.
–Quisiera mencionar que el Proyecto Cero es agnóstico en materia de disciplinas, no abogamos por ninguna en particular.
Pero el tema es relevante, en Estados Unidos –por ejemplo– tiene un sesgo hacia los temas de ciencias, tecnologías y matemáticas; mientras que hay una carencia de interés en apoyar las humanidades. Pero el Proyecto Cero debe ser agnóstico en cuanto a las disciplinas que mencioné.
Estamos interesados en tener diferentes disposiciones sobre hábitos mentales, naturalmente las disciplinas son importantes, pero hoy en día no podemos predecir qué será lo más relevante en términos de habilidades o capacidades de los jóvenes en el futuro. De manera que las habilidades que actualmente son las más importantes, quizá en el futuro sean obsoletas.
Entonces, el enfoque es apoyar la disposición que tienen los jóvenes estudiantes a los hábitos mentales, que los empodere y desarrolle en un enfoque basado en la indagación, aparte de las disciplinas que decidan estudiar. ●