Estos resultados se obtienen de la investigación El emprendimiento social de base universitaria en América Latina, ¿están las universidades haciendo lo suficiente?, elaborada por los representantes de la Facultad de Ciencias Administrativas y Recursos Humanos de la Universidad San Martín de Porres (USMP), Wilfredo Giraldo Mejía y Arístides Vara-Horna.
De acuerdo con la investigación, el 66.2% de estudiantes considera que la universidad le proporciona siempre o casi siempre los recursos de formación necesarios para un emprendimiento social.
Sin embargo, la oferta educativa no se traduce en resultados concretos de emprendimiento social, ya que el problema no es la provisión de recursos que las universidades les dan, sino la eficacia de estos recursos para lograr emprendimientos sociales concretos.
Además, hay otros factores que explican la intención emprendedora, como el sentirse capaz para emprender, tener una buena imagen del emprendedor y contar con el apoyo social.
No obstante, el nivel de autoconfianza del estudiante es considerado el factor condicionante en la intención y, en consecuencia, sobre la conducta emprendedora.
Por otro lado, el estudio de la USMP destaca que hay una brecha de género en perjuicio de las mujeres, las que tienen la misma intención emprendedora que los hombres, pero consideran tener menos acceso a los recursos y herramientas universitarias para desarrollar emprendimientos y de poco apoyo de su entorno.
Otro estudio, como el Reporte de Emprendimiento Social 2015, reveló que hay un 3.1% de emprendedores sociales en América Latina y el Caribe, lo que significa que no hay mucha diferencia entre la cantidad de universitarios que lideran emprendimientos sociales y la cantidad de emprendedores sociales de la población en general.
En otras palabras, las universidades no están teniendo un impacto cuantitativo significativo cuando se comparan a sus estudiantes con la población en general.