El Peruano
Segunda Etapa. Año 5. Edición Nº 277 Miércoles 15 de Agosto de 2018
EMPRESAS
EL OBJETIVO ES LA FIDELIZACIÓN

Experiencias, Nuevo concepto en obsequios

Por lo general, en situaciones especiales, como onomásticos o aniversarios, estamos acostumbrados a recibir un regalo físico. Sin embargo, hoy los obsequios ya no son tangibles, pues son reemplazados por “experiencias” más duraderas.
La experiencia, palabra proveniente del latín experientĭa, es el hecho de haber presenciado, sentido o conocido algo. La experiencia es la forma de conocimiento que se produce a partir de estas vivencias u observaciones.
Tipos de experiencia
De acuerdo con el portal Enterpreneur, dentro del marketing de experiencias se puede distinguir básicamente cuatro tipos de vivencias: • Las sensoriales. Mediante este tipo de experiencias, se trata de “atacar” los cinco sentidos de los clientes.
Las afectivas. Estas viviencias se enfocan fundamentalmente en los sentimientos de las personas.
De conocimiento. Apela a los pensamientos y al intelecto de los consumidores.
Las físicas y de estilo de vida. Se relacionan con conceptos de estatus, estereotipos e identificación social.
A veces, la experiencia no requiere una inversión millonaria, sino tener una buena inventiva.

Ese es el concepto básico de este término y, como podría entenderse en un primer momento, se trata de algo que debe ser vivido para que pueda ser apreciado y recordado.

Entonces, si consideramos que la experiencia es algo que proviene de una vivencia, ¿es posible regalar experiencias? Por supuesto que sí. Es más, las experiencias pueden venir empaquetadas, listas para ser disfrutadas.

Ese es el concepto bajo el cual trabaja BigBox, una empresa que fue creada con el único fin de ofrecer a los usuarios experiencias que no podrán olvidar.

“BigBox es una plataforma corporativa cuyo objetivo es brindarles experiencia a nuestros clientes. Tenemos alrededor de 600 empresas que han comprado o adquirido experiencias en Big Box, debo precisar que las personas que compran las experiencias necesariamente la disfrutan o las viven”, afirmó el gerente general de BigBox Perú, Francisco Garibaldi.

El marketing

Pero, ¿cómo nace esta nueva forma de reconocimiento? El marketing de experiencias es una idea de negocio surgida en Estados Unidos a finales de la década de 1990, un paso más del marketing tradicional. La clave está en el hecho de que vivir experiencias permite que estas queden impresas en la memoria de los consumidores.

Es, precisamente, estas vivencias las que comprometen a los consumidores a asumir una especie de fidelidad de marca, mucho más efectiva que la que se obtiene al obsequiar un bien tangible. “Lo que buscamos es que las personas que adquieran las experiencias sean promotores de las mismas; solo lo lograremos si estas personas las viven y, por ende, las recomiendan a los demás”, aseveró Garibaldi.

No obstante, ofrecer una experiencia no significa hacer cosas necesariamente atractivas, llamativas o costosas; ante todo, se trata principalmente de escuchar al cliente e identificar sus expectativas.

Solo así se podrá determinar el valor agregado adecuado para realmente impactarlos con momentos de diversión, alegría, placer, relajación, estatus, aprendizaje o belleza.

EN LA ACTUALIDAD, LOS CONSUMIDORES TAMBIÉN BUSCAN PRODUCTOS O SERVICIOS QUE LES PERMITAN SATISFACER SUS GUSTOS, DESEOS Y EMOCIONES.

Corporativos

¿Quiénes son los que hacen un mayor uso de este recurso? De acuerdo con el gerente general de BigBox, el mercado corporativo es el que concentra la mayor porción de este segmento.

“El mercado corporativo comprende aproximadamente el 80% de la facturación. Empresas como bancos, AFP, aseguradoras, consumo masivo, retails, adquieren estos paquetes para fidelizar a los clientes”, sostuvo Garibaldi.

Y es que, de acuerdo con una investigación realizada por Freeman, el 51% de las empresas de marketing recomiendan la estrategia experiencial como una de las mejores fórmulas a poner en práctica en los próximos tres a cinco años.

Por ello, ofrecer obsequios con cada compra, regalar actividades de ocio o dar la oportunidad al cliente de que pruebe un producto antes de comprarlo resultan buenas estrategias que ayudan significativamente a que un consumidor vuelva.

Esa es la finalidad de la estrategia. No desperdicie esta interesante oportunidad.