Tengamos en cuenta que nuestro país no es un productor masivo de café como sí lo son Colombia y Brasil. Nuestro café se caracteriza por su alta calidad y está más allá de un café meramente comercial.
ESTE AÑO SE ESTIMA UNA PRODUCCIÓN DE ALREDEDOR DE 6.5 MILLONES DE QUINTALES DE CAFÉ VERDE, UN INCREMENTO SUPERIOR AL 10% EN RELACIÓN CON LO PRODUCIDO EL AÑO PASADO.
El café peruano entra en la categoría gourmet y, por lo tanto, su cotización ostenta un plus que lo hace muy valioso y demandado por consumidores conocedores.
Igualmente, se ha convertido con otros cultivos en un instrumento rentable que les ha permitido a los agricultores alejarse de los cultivos ilegales; así se integra a una actividad productiva que aporta a la economía y promueve el progreso socioeconómico de familias y comunidades.
Una de las necesidades de los caficultores es la capacitación y facilidades para mover sus productos. En este sentido, se adoptaron importantes acciones. Recientemente, el ministro de la Producción, Raúl Pérez-Reyes, informó sobre la instalación de los grupos técnicos para el desarrollo de las cadenas de valor del café certificado y otros productos, como el cacao y el chocolate o los granos andinos.
“La intención es que las cadenas de valor fomenten la formalización para beneficio de todos los peruanos”, sostuvo.
Para el próximo año se esperan planes de trabajo ya aprobados y así fortalecer la productividad y mejorar la oferta, tanto para demanda interna como para las exportaciones.
La coyuntura externa también debe considerarse. Por los resultados de las elecciones brasileñas, el precio del café se ha incrementado, mas no se espera que perdure, pues las condiciones que han originado su baja en meses anteriores se mantienen, como la sobreproducción en los grandes países cafetaleros.
La producción que se cosecha es la más grande en la historia; hay una sobreoferta de 2.58 millones de sacos, según la Organización Internacional del Café.
En el ámbito nacional, el café tiene su propia problemática. De acuerdo con los empresarios cafetaleros, hay escasez de recursos para fertilizantes, lo que afecta las cosechas aun teniendo un clima favorable; la falta de recursos no permite aprovechar esta oportunidad.
El presidente de la Junta Nacional del Café (JNC), Tomás Córdova, exhortó a las autoridades a tomar prontas medidas de atención a la caficultura, como la reactivación del financiamiento con recursos suficientes y oportunos.
“No obstante, el problema es que los precios han disminuido, lo que afecta al productor. Brasil, Colombia y otros países con gran actividad cafetalera apuestan por el financiamiento y la formalización”, explicó el dirigente gremial.
Asimismo, se observa la lucha contra la subvaluación de nuestros productos. En ese sentido, la JNC saludó la intención del Gobierno de reactivar la renovación de cafetales, especialmente en regiones fuera de la selva central del país.
La baja de los precios también ha originado una migración a otros cultivos legales. Así, este año más de 2,000 hectáreas de café en la selva central fueron reemplazadas para la siembra de cacao o jengibre.
Esto se debe al precio del café, que bajó en kilogramo seco de nueve soles a cuatro soles, así como también a problemas de acceso al mercado.
Los conflictos sociales también atentan contra el sector. Recientemente, el Gobierno y representantes de organizaciones cafetaleras firmaron un acta de acuerdos que puso fin a un paro.
Uno de los acuerdos es la constitución de un grupo técnico que integrarán funcionarios del Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri) y representantes cafetaleros. El objetivo es elevar al jefe del Gabinete un informe que identifique las opciones viables y sostenibles para la recuperación de la actividad cafetalera.