El Peruano
Segunda etapa • Año 12 Martes 7 de agosto de 2018
ÉTICA

APORTE DE LOS COLEGIOS PROFESIONALES

La responsabilidad gremial del abogado


Walter Edison Ayala Gonzales
Abogado. Director de Ética Profesional del Colegio de Abogados de Lima (CAL).
Tribunal de Honor
  • El Tribunal de Honor del CAL debe ser modernizado y reestructurado para que sus decisiones sean más dinámicas. No es posible que para la emisión de un fallo de fondo, tarden años. Justicia que demora no lo es.
  • Para la reestructuración y la modernización del Tribunal de Honor del CAL, así como para el cumplimiento de los objetivos planteados, debe crearse una comisión liderada por uno o dos representantes de todos los órganos de gobierno de los colegios de abogados.
  • Solo dejando atrás los intereses particulares, se cambiará la historia del gremio que reúne a todos los abogados del Perú.
Los colegios profesionales en el Perú cumplen una función medular en la vida institucional del país, ya que estas instituciones son las responsables de habilitar a sus agremiados para el desarrollo de un servicio público, que tiene en esencia una función social. En este orden ideas, los colegios profesionales tienen una gran responsabilidad al ser su obligación seleccionar adecuadamente a los futuros agremiados y supervisar la calidad del servicio que prestan. Por tanto, incluso pueden ser considerados terceros civilmente responsables ante la mala praxis de sus agremiados.

Así, ante los hechos de extrema corrupción, es necesario potenciar las direcciones de Ética de los colegios profesionales y, en especial, de los colegios de abogados del país, pues justamente son los abogados los llamados por ley a prestar asesoramiento ante cualquier conflicto de intereses entre particulares o el propio Estado.

Los colegios de abogados constituyen el gremio más grande del Perú, la institución con incidencia directa en la seguridad jurídica del país; ya que entre sus agremiados se encuentran todos los operadores del sistema nacional de justicia, además de los abogados que se dedican a la defensa de diversos intereses. Por eso, la enorme responsabilidad en el control del servicio público que se presta y que al no cumplirlo a cabalidad, incurriría en responsabilidad ante la omisión en la misión encomendada por la Constitución.

Control y medidas

El Poder Judicial ha perdido su autocontrol institucional con la eminente creación de un organismo autónomo de control, que remplazará a la Ocma, conforme lo anunció el presidente de la Republica, Martin Vizcarra. Esto que signifique una advertencia para los colegios profesionales, ya que de no cumplir con su responsabilidad contralora, seguirán el mismo camino; perdiendo autonomía de autocontrol.

El Colegio de Abogados de Lima (CAL), en un hecho histórico en su vida institucional de más de 200 años, suspendió mediante una medida cautelar la colegiatura de cinco de sus agremiados, ante una presunta corrupción que no se podía tolerar. Dicha decisión estableció un precedente histórico; nadie es intocable, nadie puede manchar una institución por sus malos actos. Así, a la vista existe un trabajo magnífico, que solo se podrá ejecutar con la voluntad de todos sus órganos de gobierno.

Es hora de pensar en la vida institucional de nuestro gremio, de dejar atrás diferencias de índole particular o personal. Hoy debemos tener un solo pensamiento: limpiar la casa, recuperar el prestigio institucional, dejar un colegio de abogados decente y limpio para las futuras generaciones.

No queremos abogados mafiosos, ni autoridades corruptas; es hora de un cambio sustancial, incluso en la estructura misma del gobierno institucional. No pensemos egoístamente en nosotros, sino en la decana institución y en el servicio que prestamos al país.

Recomendaciones

Ante lo expuesto, es importante avanzar en las siguientes acciones: (I) la modernización del reglamento de los colegios de abogados. No es posible tener un marco jurídico ambiguo y con omisión de figuras jurídicas esenciales; el agremiado que es expulsado no podrá colegiarse en otro colegio de abogados, eso sería sacarle la vuelta a la ley, y a la esencia de la ética en la vida institucional de los colegios profesionales.

(II) Potenciamiento de las direcciones de ética. La Dirección de Ética debe ser el ente rector en la lucha contra la corrupción institucional. Debe crearse una oficina de prevención de mala praxis, para lo cual se necesita que el director no pueda ser blanco de presiones de terceros y que solo pueda ser removido previo informe de la oficina de Contraloría.

(III) Restructuración de los consejos de ética. Los consejos de ética deben ser entes técnicos, elegidos mediante concurso público de méritos. Sus integrantes deben ser reconocidos jurisconsultos con el fin de mejorar la calidad del servicio en la administración de la justicia.

(IV) Los miembros del consejo de ética deben estar a dedicación exclusivo. Solo con personal a tiempo completo se tendrán resoluciones dentro del plazo razonado.

(V) Crear la Oficina Anticorrupción de los Colegios de Abogados. Es hora de crear una oficina anticorrupción del CAL, que no espere información, sino que la busque de posibles actos de corrupción, sea en cargos públicos y/o privados de nuestros agremiados.

(VI) Asignación de una partida especial por parte del Estado a los colegios de abogados. Esta partida serviría para potenciar la lucha anticorrupción, al ser institución reconocida por la Constitución, con personería de derecho público.◗