El Peruano
Año 5. Edición Nº 287. Jueves 14 de febrero de 2019
PROVINCIAS
Soqtapata, Cusco

Vivir por el bosque

Una familia entregada a la conservación de 15,000 hectáreas de bosque en el Cusco lidera un encomiable esfuerzo llamado Soqtapata. Su compromiso con la protección de esta flora y fauna es a tiempo completo.
Rafael Pilares es el líder de Herpiro, una asociación familiar que tiene a su cargo la concesión para la Conservación Soqtapata, en la selva de Cusco. Cuenta que un día caminaba por los senderos vírgenes de esta zona, cuando levantó la cabeza y se encontró con dos pumas adultos a seis metros de él. No se animó a sacar su cámara de fotos. Golpeó fuertemente la sartén que traía consigo y los pumas solo atinaron a mirarlo y desaparecieron entre los arbustos.

Meses antes, un oso de anteojos lo estuvo siguiendo en pleno bosque. Rafael iba a un lado de la quebrada y el mamífero, en el otro. Después de varios minutos tuvo miedo y lanzó un grito que hizo escapar al oso: con sus patas tumbó los árboles que tenía delante y se perdió en la selva.

El nombre de Soqtapata (seis terrazas en quechua) se debe a la riqueza biológica del lugar.

El nombre de Soqtapata (seis terrazas en quechua) fue dado por la riqueza biológica de la zona. Cuenta con seis pisos ecológicos que oscilan entre los 800 y 4,350 metros sobre el nivel del mar, convirtiéndose en el hogar de árboles de cientos de años rodeados por papagayos, gallitos de las rocas y decenas de especies de todo tipo que muestran escenarios surreales.

Esta concesión para conservación forma parte del Corredor de Conservación Binacional Vilcabamba-Amboró, uno de los lugares más diversos del planeta. Además, forma parte del Hotspot Andes Tropicales y contribuye a la protección y conectividad ecológica de bosques montañosos y llanuras tropicales mejor conservados del mundo.

No obstante, este rincón del Perú es constantemente amenazado por la minería y tala ilegal, situaciones contra las que la familia Pilares lucha a diario. Ellos han comprendido que la supervivencia de miles de especies de flora y fauna depende de Soqtapata y han asumido esta lucha.

Para Ana Cecilia, la esposa de Rafael y la lideresa del campamento, la idea de vivir en esta zona no era de su agrado, pero el tiempo pasó y con cientos de picaduras de mosquito, decenas de lluvias torrenciales y uno que otro rugido de puma... terminó contagiándose de la pasión de su esposo. No se ve en otro lugar que no sea Soqtapata. “La conservación es un componente fundamental para la vida y apostamos por actividades sostenibles que tengan como eje la conservación de la naturaleza”, señala Rafael.

¿Cómo llegar?
  • Desde Cusco, dirígete a Urcos y toma la carretera Interoceánica Sur hasta llegar al pueblo de Cadena. Es un viaje de 4 horas que cruza dos abras: Cuyuni (4,125 msnm) y Pirhuayani (4,750 msnm). Una vez en Cadena, te espera una hora de caminata. Reserva tu visita. Coordina directamente con Rafael Pilares mediante su correo: rafael.pilares@soqtapata.com, al 95952-6401 o en www.soqtapata.com
  • También puedes acceder a los paquetes de: www.pausa.la

Esta área de conservación es tan extensa –15,000 hectáreas– que aún no la conoce del todo y no cree llegar a hacerlo en lo que le resta de vida. Sin embargo, sueña con alcanzar el nevado que tiene detrás de su campamento.

Afirma que se necesitan asumir enfoques más integradores como el turismo responsable y la investigación, por ejemplo. Mientras tanto, desde hace dos años, visita a los vecinos de la zona para contarles los beneficios de proteger el bosque y le cuenta a los estudiantes que esos grandes árboles nos dan vida y que miles de especies viven de ellos. Y los convence de cuidarlos. Conservamos por Naturaleza. www. conservamos.org.