Con esa idea en mente, Ismael La Rosa y Virna Flores, conocida pareja de actores, descubrieron un espacio frente a las olas para convocar a una gran galería de artistas con el fin de montar proyectos de microteatro.
Historias breves dentro de contenedores, un espacio íntimo para un máximo de 20 personas y que le otorga el nombre al lugar en cuestión: Kontenedores.
En la lista de metas de esta dupla estaba mover el teatro de sus clásicas sedes limeñas en Miraflores o el Centro de Lima, pero también aprovechar la riqueza natural y turística de este espacio.
Sin ir muy lejos, el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) señaló a Lima como el principal destino para las fiestas de fin de año y el verano. Específicamente zonas como Asia, Lunahuaná o Churín. Así que hay un público que busca cosas nuevas.
A Ismael y Virna les gusta pensar que entre ese público del que habla el ministerio hay muchas familias, como la que ellos mismos conforman. Y esas familias buscan alternativas que se puedan realizar en grupo y en horarios que no se limiten a la mañana juvenil. Que sobrevivan a la puesta de sol, que les brinde algo nuevo. Y son las familias las que mantienen con vida todas las actividades de Kontenedores en esta nueva edición que se realiza en Asia, después de una temporada que ya probó el éxito de la iniciativa.
Además de aprovechar el turismo de la temporada, los actores no pueden ni buscan ignorar el propósito cultural de su propuesta. Con un par de décadas en la industria, saben que muchos ven al teatro como algo aburrido, lejano del blockbuster cinematográfico o a los conciertos masivos.
Ese estigma recae en muchas actividades culturales y por eso les pareció necesario darle un nuevo contexto que hiciera a la gente cambiar de opinión. Llevarlo al lado del océano parecía genial.
“Hay personas que no están acostumbradas a venir al teatro porque muchas veces no lo encuentran, porque no está en sus rutinas. Pero aquí, donde todos transitan huyendo de la ciudad, es una parada perfecta para probar nuevas cosas”, reflexiona Ismael, mientras la iluminación nocturna de su espacio llama la atención como esas ilusiones ópticas que surgen en medio del desierto.
Detrás de la pareja hay varios artistas que apoyan la idea de un teatro frente al mar alineados en obras que te harán reír o llorar, pero sobre todo que te recordarán que Asia es más que playas. (Luis M. Santa Cruz).
