El Peruano
Año 108 // 3ª etapa // 570 // Viernes 23 de noviembre de 2018
TENDENCIAS
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EL LENGUAJE SE RENUEVA

Todos tenemos una historia que contar. Ojo Móvil es una propuesta efectiva que plantea el uso de celulares no solo como medio para comunicar e interactuar, sino también para contar historias y generar un registro de manera profesional. Escribe: ZAIRA BARÚA S. # #
Enrique Beó es poeta, docente y comunicador. La convivencia entre documentales, guiones, cámaras y ficción, lo ha llevado a explorar el uso de los dispositivos móviles –teléfonos celulares– como herramienta en el proceso de generar contenidos audiovisuales. La naturaleza poco invasiva del aparato, su costo reducido en comparación con los equipos tradicionales y su práctico manejo, han convertido a este pequeño elemento en un aliado recurrente al momento de narrar.

“Mi primera experiencia, grabando en serio con un teléfono celular, fue durante la maestría en la Universidad Católica –explica Enrique–, un proyecto sobre el colegio José Sabogal, una de las grandes unidades escolares en el distrito de San Martín de Porres que estuvo en el abandono absoluto. Cuando iba con equipos tradicionales, la gente miraba de forma extraña; en cambio, cuando grababa con el celular, no había problema, la gente ya estaba familiarizada. Fue ahí donde descubrí esta nueva forma de generar contenido y comencé a difundir la propuesta”.

FESTIVAL

Ojo Móvil es una alternativa de formación en que se enseña a hacer audiovisuales conociendo la riqueza de la experimentación, así como una amplia gama de posibilidades narrativas. El encuentro ‘Ojo Móvil, Festival de Cine y Fotografía con Dispositivos Móviles’, proyectado para el 2019 con base en esta premisa, es un espacio creado con el objetivo de motivar a las personas a emplear sus celulares no solo como reemplazo de una cámara de video, sino también como una técnica innovadora en el descubrimiento de nuevas narrativas, nuevos lenguajes y nuevas estéticas.

Grabar con un celular en el 2010 era una locura. Había experiencias, pero no eran de calidad. Hoy es más aceptable

“Grabar con un celular en el 2010 era una locura. A pesar de que ya había experiencias, la calidad no era tan buena. Hoy en día la calidad de grabación es aceptable; y si bien es cierto que todavía existen limitaciones, como la óptica, he descubierto empresas cuyo objetivo es crear herramientas que suplan los defectos o carencias que pueda tener el celular. Hay firmas que se dedican a fabricar carcasas en las que se pueden adaptar lentes de cine; el celular se ha convertido prácticamente en un dispositivo de registro al que puedes darle una óptica de cine”.

La tecnología de estos aparatos ha permitido resolver de manera efectiva temas de tiempo y costo con resultados eficientes. No es casualidad que México, España y el Perú reconozcan y fomenten experiencias de sétimo arte –aunque existe una discusión teórica al respecto– realizadas con teléfonos inteligentes, con la misma capacidad de relatar buenas historias con imágenes en movimiento.

“Uno de mis directores favoritos, Michel Gondry, hizo un cortometraje con un Iphone, aprovechando todas las herramientas que tiene un celular, desde el block motion hasta las texturas; el corto es de una calidad extraordinaria –comenta Beó–. Este es un claro ejemplo de que la cámara es ‘profesional’, entre comillas, porque pasa todo lo contrario: uno hace a la cámara, la cámara es lo que nosotros hacemos con ella”.

PROPUESTA JOVEN

El público de esta nueva propuesta es en su mayoría juvenil, chicos familiarizados con la tecnología. Son precisamente los jóvenes estudiantes de entre 15 y 17 años los más interesados en adoptar sus dispositivos móviles como herramienta para generar contenidos y editarlos. “Sus celulares les dan más facilidad y son menos invasivos, además de la calidad estética que pueden tener. En el medio también hay profesionales que se suman a este movimiento, los cuales aprovechan el lenguaje y estética que proponen estos equipos. Es natural lo que sucede, es similar a la historia del cine con los hermanos Lumière”.

Como estudiante, profesional de la comunicación y docente, en cuanto a contenidos audiovisuales Enrique Beó confiesa haber caminado por una larga línea temporal que va desde el revelado en el cuarto oscuro hasta el uso de celulares en 2K y 4K. “Soy un poco frikie: tengo mi cámara con rollo, pero los jóvenes ya no”. Al margen de ello, lo que tienen en común es el interés por contar las nuevas historias de los nuevos tiempos.