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El Peruano
Año 108 // 3ª etapa // 574 // Viernes 18 de enero de 2019
MÚSICA
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PATRIMONIO SENTIMENTAL

Uno de los temas emblemáticos de la música criolla –esa manifestación artística que se asocia íntimamente con lo limeño– tiene su origen en la calurosa llanura de Sullana. Esta es la historia de ‘Alma, corazón y vida’. ESCRIBE:ÍTALO SIFUENTES A. # #
Este año, uno de los grandes temas del cancionero peruano celebra su 70º aniversario. El emblemático valse ‘Alma, corazón y vida’ es creación del maestro Adrián Flores Albán, quien en 1949 lo estrenó, junto con sus amigos, para deleite de un pequeño grupo de comensales en una picantería de Sullana, en Piura.
En la capital, el valse se escuchó también en las voces del gran Roberto Tello, María Obregón y Jesús Vásquez

La historia de esta canción se remonta efectivamente a 1949, cuando Flores Albán sale del Ejército tras culminar el servicio militar obligatorio. En frío, todo apuntaba a que Adrián pasaría el resto de su vida trabajando en construcción civil, oficio que conocía de antemano, pero la otra opción era dedicarse de lleno a la composición musical, tarea para la cual había demostrado ya cierto talento.

CON SENTIMIENTO

Con las manos cuarteadas por el cemento, pero con la inspiración a flor de piel, el exsoldado Flores se sabía contra las cuerdas: tenía 23 años y un panorama personal incierto. Así que tomó su guitarra y empezó a ponerle música a los versos de una canción que llevaba en mente por algunas semanas.

Ese año, el albañil dejó aflorar sus sentimientos más profundos y construyó ese valse que, de tanta repetición y tanto canto, décadas más tarde ha pasado a ser patrimonio sentimental de una amplia mayoría de peruanos.

La canción ha perdurado precisamente porque se sustenta en las sensibilidades de todo ser enamorado, en el que no tendrían cabida lo material, el dinero ni la riqueza. Precisamente, de eso habla la canción, en la que un pretendiente –buscando ser correspondido– se sincera y confiesa: “Porque no tengo fortuna, estas tres cosas te ofrezco, alma, corazón y vida… y nada más”.

CAMINO A LA FAMA

La mitad del siglo XX fue una época en que la radio reinaba en los hogares de Lima y las principales ciudades de la Costa y la Sierra. La primera en cantar el valse de Flores Albán, tras su estreno en 1949, fue la novel Teresita Bargamino. Dos años después, la interpretaron Los Bardos Peruanos, que, a su estilo, propagaron el tema por medio de Radio Callao. No obstante, esta canción insignia del enamoramiento al compás de la música criolla comienza a cimentar su popularidad en 1951, cuando la entonó el célebre grupo Los Embajadores Criollos en Radio Victoria, la emisora ubicada en el sótano de La Cabaña, en el centro de Lima.

ALMA, CORAZÓN Y VIDA
Letra y música: Adrián Flores Albán

- Recuerdo aquella vez que yo te conocí, recuerdo aquella tarde, pero no me acuerdo ni cómo te vi. Pero sí te diré, que yo me enamoré, de esos tus lindos ojos y tus labios rojos que no olvidaré.
- Oye esta canción que lleva alma, corazón y vida, estas tres cositas nada más te doy. Porque no tengo fortuna, estas tres cosas te ofrezco, alma, corazón y vida y nada más.
- Alma para conquistarte, corazón para quererte, y vida para vivirla junto a ti.

En la capital, el valse se escuchó también en las voces del gran Roberto Tello, María Obregón y Jesús Vásquez, quienes lo incorporaron a sus repertorios. Sus peculiares interpretaciones ayudaron a que esta canción se puliera como una joya de la música criolla peruana.

Alma, corazón y vida no fue ni el primer ni el único tema que Adrián Flores compuso en su juventud, mientras trabajaba entre fierros y ladrillos. En la cronología de su producción artística, esta canción aparece en cuarto lugar. Sus tres primeras canciones llevan por títulos Los dos, Enigma de amor y Dos años.

Entre sus grandes composiciones aparece también Como una visión, valse grabado por los incomparables Los Embajadores Criollos y por el famoso trío mexicano Los Tres Reyes. Igualmente, Amor y sufrimiento, interpretada por Los Dávalos; Enigma de amor, por Las Limeñitas; Por nuestro amor, cantada por Los Romanceros Criollos, y las clásicas Allá estarás conmigo y Castigo, por la grandiosa voz de Lucha Reyes.

En total, este compositor de 93 años cuenta con alrededor de 100 canciones registradas en la Asociación Peruana de Autores y Compositores, institución de la que es socio fundador y que le otorgó, en febrero del 2010, el reconocimiento Diamante Musical, por el gran alcance –nacional e internacional– obtenido por su tema Alma, corazón y vida.