–¿Cuál es la impresión que tiene sobre el nuevo ministro de economía?
–“El señor David Tuesta reúne las capacidades técnicas para cubrir el puesto. Durante décadas, el titular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) ha sido el más importante del gabinete, inclusive más relevante que el propio presidente del Consejo de Ministros. Su liderazgo es claro y nos hemos acostumbrado a esa situación, de modo que el reto que tiene por delante el ministro Tuesta es mostrar ese liderazgo. Este punto será clave para recuperar la confianza perdida. En la CCL, creemos que Tuesta reúne las condiciones para hacerlo y le toca demostrar que puede hacerlo.
–¿Qué otro sector cree usted que puede ayudar a recuperar la confianza?
–Uno es Energía y Minas. Somos un país minero, qué duda cabe de ello; consecuentemente, necesitamos que sectores dedicados a ese rubro sean muy activos. Hay sectores productivos que requieren un estímulo y reglas, con señales claras para reactivar la confianza. Otros sectores igualmente importantes son Vivienda y Construcción y Transportes y Comunicaciones, pues concentran buena parte de las obras de infraestructura. Estos sectores se caracterizan por crear riqueza y generar muchos puestos de trabajo. Después aparece la industria, la cual necesita también señales claras que la ayuden a detener la caída que registra últimamente.
–Como representante del sector privado, ¿qué espera de la actual administración gubernamental?
–Vemos con buenos ojos que la nueva administración del presidente Vizcarra concentre esfuerzos en las reformas estructurales que requiere el país. Ciertamente, lo sensato hubiera sido hacer tales reformas en el primer año de gobierno, pues es muy difícil llevarlas adelante pasados los primeros 12 meses. No obstante, observamos con agrado la disposición de varios sectores, incluida la oposición, de sugerir que el Gobierno solicite facultades legislativas para efectuar los reajustes que se requieren.
–¿Cuáles son los temas sobre los que el Gobierno debería concentrar las reformas?
–Una de ellas es la reforma laboral. El Perú no tiene viabilidad en el futuro si mantiene al 73% de su fuerza laboral empleada en el sector informal. Tres de cada cuatro peruanos no goza de beneficio social alguno. Bajo esas condiciones, hablar de la remuneración mínima vital (RMV) o temas afines es en vano. También se requiere una reforma del Estado. No podemos continuar asfixiando al sector empresarial con una enorme cantidad de trámites. Hay una gran burocracia que implica una insostenible cantidad de barreras, cuya consecuencia es la pérdida de competitividad del Perú. Es necesario emprender una reforma tributaria. Debemos repensar nuestro sistema y eliminar las exoneraciones que producen huecos fiscales. El Perú no puede continuar con un déficit fiscal de 3.5%. Ello pone en riesgo el grado de inversión del país.
–¿Hay tiempo para impulsar esas reformas?
–Por supuesto. El presidente debe realizar estas reformas en este primer año. No obstante, si pretende hacerlo en el segundo año, ya no le quedará opciones. Por eso, considero que las reformas deben desarrollarse en el primer año mediante las facultades legislativas. Aún puede hacerse. Es cuestión de voluntad política.
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