RÉGIMEN ESPECIAL REDUCE COSTOS
IMPULSO AL SECTOR AGRARIO

¿Cuáles fueron las bondades de este régimen especial? Hay consenso en que permitió modernizar una parte importante de nuestro agro, que está volcado al exterior. Ello, junto con los tratados de comercio, permitió un pujante sector agroexportador, que hasta fines del siglo pasado era solo una fracción de lo que es actualmente. Tal avance permitió el progreso y la modernización, no solo de los procesos de producción, sino también de la calidad de vida de los trabajadores agroindustriales.
La clave es relativamente sencilla, se reducen los costos. En lo que se refiere a tributos, la empresa paga alrededor del 50% de lo que pagaría una compañía sujeta al régimen general. En el aspecto laboral, hay más puntos a considerar: la Compensación por Tiempo de Servicios (CTS) y las gratificaciones son parte de la remuneración mínima diaria; vacaciones de 15 días y un aporte a Essalud hasta la fecha de 4%, contra 9% del régimen normal, que –dicho sea de paso– siempre causó inquietud en el seguro social.
En cuanto al denominado despido arbitrario, la indemnización es de media remuneración mínima mensual por año de servicio hasta un tope de seis sueldos. Los opositores señalaron que esto no beneficia al trabajador. Por el lado empresarial, destacan el empleo de calidad generado, la formalización y el camino construido para salir de la pobreza.
La idea en el Gobierno y en la ciudadanía es que las cosas que dan buenos resultados continúen y si se pueden perfeccionar, que así sea. En esta línea, el ministro de Turismo y Comercio Exterior, Roger Valencia, declaró la necesidad de “continuar las políticas que dieron muy buena efectividad, competitividad y resultados”. Igualmente el titular de Economía y Finanzas, Carlos Oliva, incidió en que esta ley se fundamenta en la flexibilidad laboral y que es racionalmente económica.
El presidente de la Asociación de Exportadores (Adex), Juan Varilias, defendió el régimen especial agrario como uno de los puntos relevantes del boom agroexportador del país; incluso comentó que debería ser adoptado en otros sectores productivos. Aclaró que el régimen se basa en una remuneración integrada, que incluye gratificaciones y CTS, por lo que “no es verdad cuando se dice que no se paga”.
Hay que tener siempre presente, para evitar confusiones, que este régimen es para una agricultura llamada moderna-exportadora, diferente a la tradicional mayormente informal; sin duda, esta última agricultura necesita de otro tipo de medidas para lograr niveles de eficiencia y formalización. Adex puntualiza en la gran cantidad de trabajadores del régimen especial agrario que aportan a Essalud o a las Administradoras Privadas de Fondos de Pensiones (AFP) y las ventajas que les permitió mejorar su nivel socioeconómico mediante un trabajo formal.
A su turno, Miguel Cordano Rodríguez, presidente de NTL Perú S. A., y ex gerente general de Sierra y Selva Exportadora, destacó la ampliación de la ley de promoción agraria, pues permitirá una mayor oferta exportable, calidad de nuevo empleo, y la incorporación de nuevas zonas de sierra y selva, disminuyendo la pobreza por el desarrollo de una agricultura familiar y una seguridad alimentaria.
Una medida como esta cataliza el proceso de cambio, el cual está marcado por el aumento en el interés de hacer negocios de los pequeños y medianos productores rurales, e inclusive en el desarrollo forestal sostenible y servicios ambientales, dijo.
Aun así –al margen de medidas como el régimen especial agrario–, hay que reconocer que el sector cuenta con rezagos que generan desventajas y que obstaculizan el aprovechamiento del potencial, como es la informalidad en la tenencia de la tierra y en los canales de comercialización, además de los altos costos logísticos.
LA AMPLIACIÓN DE LA LEY DE PROMOCIÓN AGRARIA PERMITIRÁ MAYOR OFERTA EXPORTABLE, CALIDAD DE NUEVO EMPLEO Y LA INCORPORACIÓN DE NUEVAS ZONAS DE SIERRA Y SELVA.
El Banco Mundial (BM) refirió que el crecimiento económico que ofrece la agricultura es 2.7 veces más efectivo para reducir la pobreza que el que se presenta en otros sectores. Esto se debe al efecto multiplicador que tienen las inversiones en el área, las cuales impactan entre 30% y 80% en el resto de la economía.
Esta ley de promoción agraria se enlaza con la necesidad de competitividad del sector. La agroexportación de un producto no es permanente y continua en el año; la siembra y cosecha exigen especialización de uso oportuno y temporal, recuerda.