–“A diciembre del 2016, teníamos un cálculo de 124 millones de libras de uranio y 165,000 toneladas de carbonato de litio. El último semestre de 2017 ingresamos a la localidad de Chacaconiza. Allí, inicialmente la comunidad no nos permitió el ingreso, pero hemos insistido para lograr el permiso.
En el último trimestre del 2017, al perforar por uranio lo que encontramos fue un gran yacimiento de litio. Los grados de concentración de uranio han sido mejores, pero el volumen es mínimo.
El punto más importante es el yacimiento de litio que hemos encontrado. En la última semana de agosto o la primera semana de septiembre de este año publicaremos los recursos oficiales. Sin embargo, estimamos que lo encontrado en la zona de Pacchani (Chacaconiza) supera los 2.2 millones de toneladas de carbonato de litio.
–“Nuestros recursos también han aumentado. La ley (medida que describe el grado de concentración) aumentó en Chacaconiza, pero reitero que el volumen es bajo. Estimo que vamos a llegar a 135 millones de libras de uranio. Los recursos de uranio no han crecido mucho, pero lo ocurrido con el litio es majestuoso.
–Podemos decir que el nivel de pureza se encuentra por encima del 92%. Hemos realizado pruebas metalúrgicas en Australia y llegamos a una pureza sin fundición del 99.74%. No exagero al decir que el Perú tiene el litio más limpio a escala mundial. Para comercializar este recurso, su pureza debe llegar al 99.5%. Por abajo de ese nivel se aplican penalidades, de acuerdo con la existencia de magnesio y otros minerales que deben ser separados en el proceso de refinado.
–Hay de los dos tipos. En su momento, el Instituto Peruano de Energía Nuclear (IPEN) realizó una exploración por uranio en socavones; en nuestro caso se trata de una mina de tajo abierto. En su mayoría es así.
–Creemos que en carbonato de litio no menos de unas 100,000 toneladas y debemos tomar en cuenta que el carbonato de litio significa el recurso ya refinado. Vamos a poder mover toneladas de mineral.
–Tenemos que encauzar todos los ríos que solamente pasan por el lugar, pues nadie los aprovecha. También los riachuelos y vertientes que hay en tiempo de lluvia. Por ejemplo, ahora estamos en época de helada y cae nieve. No pueden imaginar el agua que produce todo ello.
–A la fecha contamos con 92,000 hectáreas tituladas y estamos en un área de influencia de nueve comunidades campesinas. Estimamos que el estudio de factibilidad debe estar culminado en el primer semestre del 2019, hablamos de la zona de Isivilla, donde pensamos poner la planta de tratamiento de mineral, lo cual abarca más de dos hectáreas, contando con las canchas de lixiviación y los botaderos. Pero decir específicamente qué áreas vamos a explotar es difícil, debido a que en toda la zona de Macusani hay uranio.
–Consideramos que con este hallazgo operaremos en la zona por no menos de 40 años. Y las exploraciones continúan al oeste. El hallazgo es muy grande.
–Sumando todos los gastos que implican las empresas que hemos adquirido en todo el proyecto Macusani, estoy seguro de que superamos los 120 millones de dólares. En una etapa de construcción e inicio de actividades no será menos de 800 millones de dólares. Asimismo, se generarán no menos de 300 empleos directos y entre 400 y 500 indirectos.
–Es difícil ser precisos. Por ejemplo, en la comunidad de Isivilla hay 240 comuneros, pero el día de la asamblea se presentan cerca de 1,000 personas. Sin embargo, tenemos influencia en nueve comunidades y en ellas no hay más de 8,000 personas.
–No hay una normativa que regule la explotación de minerales radioactivos en el país. Desde el 2007 estamos intentando que el Congreso de la República expida una normativa al respecto.
Hemos acudido al Servicio Nacional de Certificación Ambiental para las Inversiones Sostenibles (Senace) para nuestro lineamiento de presentación del EIA. Pero nos piden términos de referencia. Ellos no saben de eso, lo cual es comprensible, pues en el Perú nadie conoce sobre el uranio. ●