Si bien quedaron atrás las tasas de crecimiento “chinescas” con el consecuente recalentamiento que a la economía le imprimía, lo cual era fuente de constantes debates en la época, ahora el producto evoluciona a tasas menores; pero relativamente constantes que, sin duda, pueden ser mejores.
EL BANCO MUNDIAL ELEVÓ DE 3.5% A 3.9% SU PROYECCIÓN DEL CRECIMIENTO DEL PRODUCTO PERUANO PARA ESTE AÑO, POR LOS BUENOS RESULTADOS, PESE AL RUIDO POLÍTICO.
El presidente del Banco Central de Reserva (BCR), Julio Velarde, ha destacado el crecimiento del producto bruto interno (PBI) y anotó una particularidad en la evolución del PBI peruano.
Por ejemplo, en agosto, creció 2%, tasa similar a la de julio, debido al crecimiento de la mayoría de los sectores no primarios.
El sector no primario creció 3.1%, reflejo del favorable desempeño de los sectores servicios, comercio, electricidad y agua, y una mayor producción manufacturera no primaria.
Aunque el PBI primario bajó 0.9%, se observó crecimiento en los sectores agropecuario y pesca.
“Por primera vez en la historia del país, este será el vigésimo año continuo de crecimiento. Esto tiene que ver con la estabilidad macroeconómica y el saber reaccionar cuando la economía se desacelera para no caer”, comentó Velarde.
Para el cuarto trimestre, se espera una recuperación del sector primario, esto con una mayor inversión pública.
La pesca y la minería serán los sectores llamados a jalar la economía en estos meses; protagonismo que también tendrá la inversión pública, que en octubre crecerá luego de haber caído por dos meses.
Para proyectar el PBI, también se toma en cuenta la inversión privada, la cual cayó 16 trimestres seguidos. No obstante, gracias a la inversión minera se perfila ahora una evolución positiva.
El crecimiento del producto puede ser mejor si no estuviera de por medio asuntos extraeconómicos, los llamados ruidos políticos que afectan las expectativas de los agentes económicos.
Tengamos en consideración que las agencias clasificadoras de riesgo incorporan esta variable para explicar el nivel de riesgo. Cualquier proceso orientado a bajar la presión del ruido se reflejará en las expectativas y en la intención de inversión privada, especialmente de fuente externa.
El crecimiento del PBI es también el compromiso de promover la consolidación del crecimiento a corto, mediano y largo plazo; garantizando un manejo prudente y responsable de las cuentas fiscales, con el objetivo de reducir la pobreza y mejorar el bienestar en el país.
“Se trabajará, además, en acciones para dar mayor impulso a la productividad y competitividad, así como avanzar en la modernización el sector público”, refiere el Marco Macroeconómico Multianual (MMM) 2019-2022.
El ministro de Economía y Finanzas, Carlos Oliva, manifestó que la economía peruana se encuentra al inicio de una fase de aceleración, producto de la implementación de una política macroeconómica contracíclica y de un entorno externo favorable. “En el primer semestre del 2018, el PBI creció 4.3%, la tasa más alta en nueve semestres”, refirió. En el MMM se ha revisado la proyección de crecimiento del PBI para este año de 3.6% (en el Informe de Actualización de Proyecciones Macroeconómicas-IAPM 2018-2021 publicado en abril) a 4.0%. Para el próximo año, la previsión de crecimiento es 4.2%.
En general, la dinámica económica más favorable está asociada al fortalecimiento de la demanda interna por la sostenida recuperación de la inversión privada (5.2% en el 2018 y 7.5% en el 2019) y el impulso de la inversión pública (14% en el 2018 y 4.5% en el 2019).
Se precisa que en el período 2019-2022 la actividad económica crecerá 4.7% en promedio.
Asimismo, se proyecta apuntalar el crecimiento del PBI potencial de 3.5% en el 2017 a 4.5% en el 2022, en un contexto de mayor fortaleza del gasto privado e implementación de medidas de política económica orientadas a mejorar la productividad y competitividad del país.