El Peruano
Año 4. Edición Nº 263. Jueves 12 de julio de 2018
AVENTURA
BOSQUE DE PIEDRAS

El guardián de Huayllay

Pocos escenarios como el Bosque de Piedras de Huayllay, en el departamento de Pasco, pueden generar en el visitante tanta admiración y sorpresa. La variedad de imágenes que el viento y el tiempo han esculpido en las rocas lo convierten en una experiencia turística única. Fotos y Texto: Luis Yupanqui
Las coordenadas
  • A Huayllay se va en bus. El trayecto de Lima a Cerro de Pasco es de 12 horas. Al llegar toma un taxi hacia Canchacucho o a Huayllay, donde hay más servicios.
  • Puede subir también por el camino que viene por Canta. Es más bonito, pues se cruza la Cordillera de la Viuda, el nevado del Yanque y la laguna de Chuchún, en 120 km de vía afirmada.
  • Contacto con Alcibíades: cristobalhuayllay@hotmail.com.
Las ovejas se asustaban con la granizada, por eso Áurea Vicente fue a recogerlas al bosque de piedras donde pastaban; mientras iba por ellas los truenos y rayos convirtieron la granizada en una gran tormenta.

n rayo tumbó a Áurea y esta, con las pocas fuerzas que le quedaban, pudo llegar a gatas, al final del día, hasta su casa. Allí su esposo, Pascual Cristóbal, quien trabajaba en la mina Huarón, la llevó a los curanderos y espiritistas para sanarla, pero nada pudieron hacer. Luego de tres meses de haberle caído el rayo, Áurea falleció.

La pareja tenía cuatro hijos, Irlandesa, Alcibíades, Triscila y Pascual; y como el padre tenía que regresar a la mina a trabajar, los niños se quedaron solos. Alcibíades tenía ocho años y se había dado cuenta de que a los visitantes les gustaba ver figuras. “Venían muchos, pero llegaban a los termales La Calera. Venían de las diferentes minas, de Milpo, de Atacocha, de Chicrín y de Brocal, eran traídos por buses contratados por Centromin”, y como no había servicios en la zona, ellos los atendían y a cambio de eso les ofrecían comida.

Emprendimiento

Alcibíades Cristóbal es delgado, de baja estatura, muy humilde y dueño de un gran corazón. Sentados en su sofá conversa conmigo en la trastienda, me cuenta de su niñez con tanta naturalidad que me asombra.

Es la vida que le tocó vivir y la tuvo que enfrentar desde muy pequeño; recuerda que su abuelo le enseñó dónde se encontraban las primeras cuatro figuras, ‘La tortuga’, ‘La lagartija’, ‘El toro’ y ‘El guardián’, y entonces él con sus hermanos fueron a buscar más para mostrar y conseguir su supervivencia.

A la fecha existen 160 figuras dentro de las 6,815 hectáreas que conforman el bosque de piedras. Entre las más enigmáticas están ‘La cobra’, ‘La alpaca’, ‘El elefante’, ‘El cóndor’, ‘Las monjas’, ‘El oso’. Se encuentran en las 11 rutas turísticas identificadas por Alcibíades; 4 son de interés arqueológico y 7 de interés visual, donde además de las piedras encontramos arte rupestre, restos arqueológicos, aguas termales, lagunas y paisajes impresionantes.

“A 300 m de su casa han levantado un hermoso albergue, que regala lindos amaneceres”.

Elba Zevallos es su esposa, tienen 30 años de casados y juntos ofrecen el comedor de su casa para atender a los turistas, el menú es económico y el desayuno trae unas cachangas que son imperdibles. A 300 metros de su casa han construido un albergue que cuenta con cómodas camas que alquila barato. No hay energía eléctrica, pero amanecer en Huayllay no tiene precio.

Christian, su primogénito, será nuestro guía por la ruta dos, Alcibíades nos guió por la uno, ayer. Su hija Raisha estudia turismo en la universidad de Tarma y Hanna, la menor, aún está en el colegio, pero es probable que sea parte de este emprendimiento familiar.

Alcibíades, quien nació aquí en Huachicayán, se crió, creció y seguro morirá entre estas piedras, con los años supo que el nombre de su comunidad significa “donde está el guardián” y, aunque el nombre se debe a una formación rocosa, él cree que estuvo predestinado para cuidar estas piedras volcánicas milenarias. Afirma que un rayo lo convirtió en el guardián del “Bosque Geológico más grande del Mundo”. ●