El Peruano
Año 5. Edición Nº 276. Jueves 18 de octubre de 2018
ESCAPES
DIVERSIÓN ILIMITADA

De paso por Pachacámac

Aunque el término paseo alude a un recorrido breve por un destino cercano, la visita a Pachacámac puede convertirse en un largo viaje si decidimos disfrutar los atractivos que ofrece: ecoturismo, gastronomía, historia, deportes, todo enmarcado con la calidez de su gente. Texto: Silvia Céspedes
Además de tener el templo prehispánico más importante de la costa peruana, Pachacámac es una caja de sorpresas. El corazón del valle de Lurín abre sus brazos al turismo arqueológico y al ecoturismo.

Ubicada a 35 kilómetros de nuestra capital, esta localidad alberga una interesante combinación para pasar un gran día. Hay arqueología, playas mágicas, gastronomía y espectacular geografía. Su emblema es el templo de Pachacámac –zona arqueológica protegida y abierta al turismo– que desde hace un milenio fue el oráculo más importante, incluso para los incas del Tahuantinsuyo.

Recorrer este santuario es reconectarse con la historia del Perú y nuestros ancestros. Hay un Museo de Sitio, donde se exhiben textiles, cerámica y nuevos descubrimientos. Este templo es el epicentro de un distrito maravilloso, considerado el último valle verde de la metrópoli limeña, abarcando una extensión territorial de 267.87 km2.

Cómo llegar
  • Para llegar hay que ir por la Panamericana Sur y tomar luego la salida a la altura del km 25 (antigua Panamericana, desvío por el puente Conchán) hasta el cruce que lo lleva a la Av. Paul Poblet y de allí hasta el pueblo.
  • El tiempo de viaje desde Lima es de 50 minutos en movilidad propia. Otra opción es tomar las líneas de transporte público que van al sur por la Panamericana.

En esta época del año encontrará un clima templado, bastante agradable, pero entre diciembre y marzo los días son más soleados y calurosos. En invierno por efecto de la neblina se llena de verdor. Entonces es posible ver más de ochenta especies de flora y fauna. De las primeras resaltan el huarango, tara, mito, flor de amancaes, orquídea de las lomas y cactus papa. Entre las especies de fauna apreciará vizcachas, zorros costeños, aves como el turtupilín, aguilucho de pecho negro, periquito esmeralda, gorrión casero, lechuza y otras.

Zona de ecoturismo

Pachacámac es un escenario perfecto para practicar deportes de aventura como ciclismo de montaña, parapente, cabalgatas, trail running y trekking. Existen dos circuitos para trekking en el centro poblado Quebrada Verde como parte del emprendimiento de Turismo Rural Comunitario. Además, en el cerro Pan de Azúcar encontrará la famosa Piedra del Amor.

Una vuelta
  • El primer domingo de noviembre es festivo en Pachacámac, se celebra el Festival de la fresa y dos domingos después, el Festival de la cerveza artesanal.
  • Visite la Iglesia Santísimo Salvador de Pachacámac, el primer templo del Valle de Lurín que alberga piezas del arte virreinal.
  • Acá encontrará todos los servicios, incluyendo bancarios, aunque son pocos los establecimientos comerciales que aceptan tarjetas de crédito.
Paseo en familia

Visitar los fundos agroecológicos Casablanca y Marengo es una decisión que no debería consultar. Acuda, acá el aire es puro y los frutales (fresas, frambuesas, mango, guanábana, lúcuma, chirimoya, manzanas, limón, maracuyá, paltas, tumbo y café) son una muestra de lo productiva que es esta tierra.

Y mientras pasea, deguste los helados artesanales, las cremoladas y mermeladas de pura fruta, así como sus vinos y piscos.

Visite el Museo del Pisco Máximo Lariena donde encontrará instrumentos del siglo XVII, que servían para elaborar los primeros piscos en el país.

Y con tantos productos de tan buena calidad, la gastronomía no podía quedarse atrás. Aquí sobresalen la huatia pachacamina, la sopa seca, la carapulcra, la pachamanca, el cuy y los exquisitos chicharrones. ●