El Peruano
Año 108 // 3ª etapa // 552 // Viernes 22 de junio de 2018
EXPERIENCIAS
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EL ARTE ES UNA TRAVESÍA

Cinco artistas peruanos montados en un vehículo de tres ruedas recorren 1,800 kilómetros en once días para unir dos países por medio de la cultura, esa planta de raíces firmes que hermana a naciones de historia común y futuro compartido. ESCRIBE: ARTURO VALVERDE # #
Sería un viaje sin precedentes. La mañana del 30 de abril, un grupo de artistas plásticos peruanos encendían el motor de una mototaxi con el propósito de hermanar a Ecuador y Perú por medio del arte y la cultura: Bernardo Blas, Jorge Arce, Henry Romero, Iván Farías Noé y Ángel Obando partieron de la ciudad de Lima rumbo a Quito, trepados en uno de los vehículos más populares de nuestro país.

“Buscamos información sobre talleres y lugares donde vendían motos de segunda y, por ahí, alguien dijo: por (el distrito de) Puente Piedra hay un taller donde quieren vender una moto y la veo muy bien, ¡vamos a ver cuánto nos cuesta!”, narra Bernardo Blas, presidente del comité Centenaria Bellas Artes del Perú, agrupación que organizó la travesía, junto con la asociación Arte Comparte, dirigida por Jorge Arce.

Los artistas compraron el vehículo cuando el dueño decidió rebajarles el precio después de oír acerca de la aventura que querían emprender. Repararon algunas piezas, le dieron su afinadita, revisaron los frenos y listo.

“En total, recorrieron 1,800 kilómetros de Lima a Quito, ciudad donde fueron recibidos por las más altas autoridades”.
COSTA NORTE

En total, recorrieron 1,800 kilómetros de Lima a Quito, ciudad donde fueron recibidos por las más altas autoridades de la cultura del país vecino. Y terminaron organizando una exposición binacional con la participación de los artistas ecuatorianos más representativos del momento. Pero no nos adelantemos. Bajemos un poco el acelerador, porque antes de su llegada a la capital ecuatoriana los viajeros sortearon los peligros propios de la carretera.

“Hemos tenido mucho cuidado de manejar la moto. Vienen buses, automóviles, tráileres; nosotros teníamos que ir pegados a la derecha, pusimos nuestra banderita rojiblanca en lo alto, que llamaba la atención y, fuimos despacio, a 50 kilómetros por hora, como máximo. Nos turnábamos el timón”, recuerda Bernardo.

Llegar a destino les tomó una semana y media. Con las maletas en el techo y en la parte trasera del vehículo, pasaron por Chimbote, Trujillo, Chiclayo y Piura, región donde sumó al quinto integrante de la travesía. Y, después de bañarse en el mar de Paita y las playas de Colán, pintar el paisaje norteño y visitar la sierra de Canchaque y Huancabamba, partieron rumbo a la frontera, hacia Tumbes.

DUDAS VÁLIDAS

Desde luego, al principio, algunos tripulantes dudaron de la idoneidad del transporte. “¡Pero qué va a aguantar una mototaxi! ¡Eso llegará a Ancón, quizás hasta Chimbote… y después qué haremos!”, sonríe Blas y muestra las fotografías de la bitácora del viaje. Aun así, debieron abandonar la mototaxi en un taller de Tumbes, debido a las exigencias y controles de la frontera. “La máquina cumplió su destino”, dice. Y cuenta que, en ese momento, reparó en que debía renovar su Documento Nacional de Identidad antes de que caducara. Al final, Bernardo, Jorge, Henry, Iván y Ángel cruzaron la frontera.

En Quito, los peruanos tuvieron un recibimiento cálido por parte de los artistas ecuatorianos, y de inmediato organizaron la exposición binacional Travesía Lima-Quito 1,800 KM, con el patrocinio de la Casa de Cultura de Quito. En la actividad participaron artistas como Luigi Stornaiolo, Miguel Betancourt, Nelson Román, Rafael Díaz, Carole Lindberg, Sara Palacios, Doina, Luis Viracocha, Fernando López, Joe Alvear, Nelson Aquini, Marcelino Vásquez, Pilar Guzmán, Javier Grijalva y Byron Toledo. Además, contó con la participación del ministro de Cultura de Ecuador, Raúl Pérez Torres, así como de funcionarios diplomáticos de ambos países. “Todos estaban expectantes y sorprendidos, ahora la idea es que ellos nos devuelvan la visita a Perú”, anuncia.

HASTA NOVIEMBRE

Los artistas ecuatorianos tendrán hasta el mes de noviembre para preparar su travesía a la ciudad de Lima, donde se repetirá la exposición: “Vayan en lancha y los esperamos en el Callao”, les dijo para animarlos. “¡Pero tendría que ser a motor; si no, sucumbimos!”, rememora Bernardo el diálogo con los artistas del hermano país.

“Es un paso más para la integración latinoamericana. Iremos a Colombia, Panamá, México, Venezuela, Brasil, daremos la vuelta a Sudamérica. Queremos ser un gran grupo de artistas integrados, sin fronteras”, finaliza Blas.

La muestra presentada en Ecuador busca repetirse en la sede del Ministerio de Cultura del Perú, en Lima, debido a la dimensión de la exposición. Que continúe la travesía.