Que ambos no son las especialidades que el público más consume en el Perú. Si hablamos de música, la cumbia, la salsa y el ritmo urbano llevan la delantera. En cuanto a los deportes, el Perú es futbolero. Por ende, cuando músicos criollos y atletas de otras disciplinas diferentes al fútbol requieren apoyo para sus proyectos, este es difícil de conseguir.
Para tener perspectiva, ayuda mucho mirar otros campos para aprender de ellos. En mi caso, hace años decidí orientar mi mirada a los deportes distintos al llamado “deporte rey”. Hoy hablaremos de atletismo.
Fue en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 que una joven atleta peruana llamó mi atención. Desde las cinco de la mañana que se transmitió la maratón de mujeres, y durante más de una hora y veinte minutos, el nombre de Perú y la banderita peruana se vieron en todo el planeta (en el Perú, gracias a la cadena ESPN, porque el canal de señal abierta que tenía los derechos exclusivos transmitía en ese momento dibujos animados).
La joven en mención era Santa Inés Melchor Huiza. En esa competencia batió el record sudamericano.
En el Perú, pocos conocen a sus atletas (como a sus artistas), pero cuando consiguen algún logro, como en un mundial (o un festival internacional), parte de la prensa enfoca sus cámaras sobre ellos. En ese momento el Perú los conoce. A algunos por poco tiempo, y solo si siguen ganando premios, porque si no la gente se olvida. A la llegada de Inés Melchor se organizó una carrera por Miraflores. Yo fui. No acabé la carrera.
Nunca he sido bueno para el atletismo, pero quería felicitar personalmente a Inés. En el 2016, y habiendo transcurrido cuatro años, me animé a viajar a la bella ciudad de Huancayo para entrevistarla. Llegué en la fecha y hora pactadas al estadio de la ciudad y me quedé impresionado con la presencia de niños que practicaban atletismo.
Que el público aplauda una película en el cine es muy raro. Solo lo vi antes con otro documental emotivo: Rockstar Avilés
Era maravilloso ver que la juventud tenía como actividad principal en sus vidas practicar este deporte. Inés, con una sencillez que solo la tienen los verdaderos grandes, me concedió la entrevista y al poco tiempo partió a Corea para terminar su entrenamiento previo a los Juegos Olímpicos de Río 2016. Tuve el privilegio de viajar a Río y, estando allá, un amigo de la universidad me escribió y comentó que él y un compañero realizaban un documental sobre Inés y el atletismo en el Perú. (Christian Acuña y Óscar Bermeo son los realizadores). La idea me pareció fabulosa y me identifiqué plenamente.
Ellos habían destinado sus fondos para costear viajes y equipos a fin de producir un documental de alta calidad. Como debe ser un producto. Ya venían trabajando dos años, querían mostrar al Perú y al mundo que nuestro país es rico también en materia deportiva. Que los que optan por ser atletas de alta competencia, desde muy pequeños, pasan por muchos sacrificios, a veces inimaginables sin tener los reflectores, el apoyo y el reconocimiento que merecerían por representar tan dignamente al Perú. Es un tema nuevo para el gran público que está acostumbrado solo al futbol. Además, los realizadores ponían pasión en este trabajo, esto último resulta fundamental para conmover a la audiencia (tan igual como un artista con su público).
Hace unos días, por fin, el documental fue proyectado al público durante el Festival de Cine de Lima. Dos funciones se programaron. La primera en el Ministerio de Cultura, y la segunda en el centro cultural PUCP.
Esta última contó con la presencia de tres de las protagonistas, entre ellas Inés. No adelantaré el contenido para que puedan verla ustedes mismos, pero les diré que al finalizar la proyección la sala en pleno (que estaba llena) comenzó a aplaudir.
Que el público aplauda una película en el cine es muy raro. Solo lo vi antes con otro documental igual de emotivo: Rockstar Avilés. Y es que ambas cintas tienen algo en común: al terminar dejan en el espectador esa sensación de sentirse orgulloso de ser peruano, de valorar lo que tenemos como país, de querer hacer algo más por el Perú. Y en el caso de Prueba de fondo, nos deja las ganas de apoyar a nuestros deportistas y a la nueva generación que pronto tomará la posta.
Un dato más: la película ganó el premio del público a la mejor cinta del festival. Y ya conocen ese antiguo dicho que reza: “El público nunca se equivoca”.