Dignificó con su fotografía al poblador indígena, presentándolo no agobiado sino sereno, no triste sino feliz, no dependiente sino libre, no sin iniciativa sino vital. Su obra se exhibe en importantes museos y galerías del mundo.
Martín Chambi representa en el mundo la actividad fotográfica por antonomasia, elevada al más alto nivel documental, en estética de blanco y negro, comprometida con el poblador y la cultura andina de las primeras décadas del siglo XX.
No se puede afirmar que fuera especialista en un solo tipo de fotografía porque incursionó en aquellos que proporcionaban conocimiento visual: fotoperiodismo, fotos por encargo, retratos de estudio, tipos andinos, paisajes, pueblos, costumbres, monumentos, fiestas populares, recintos arqueológicos y religiosos.
El también llamado “Poeta de la luz” respetó las texturas de las superficies, ya sea la piel humana o la porosidad de las rocas, y se atrevió a acoplarlas. Por ejemplo, la inclusión permanente de seres humanos en sus fotografías dentro de magníficos monumentos arqueológicos incas para impedir que las formas infinitas y majestuosas superen la percepción humana.
Consciente de su talento, lo puso al servicio de su país. En una entrevista publicada en el diario El Pueblo de Arequipa, en 1958, afirmó: “Desde que empecé a tomar la fotografía en serio, mi ideal fue solo uno: dar a conocer al mundo toda la belleza natural de mi patria y la imagen tan hermosa de las ruinas que hablan de nuestro pasado histórico, con el fin de promover en lo posible, de acuerdo con mis medios, el turismo en el Perú”.
Chambi realizó exposiciones en La Paz (1925), Sevilla (1929), Santiago de Chile (1936) y en Lima, Arequipa, Cusco y Puno. En 1927, expuso su obra en el afamado hotel Bolívar de Lima y fue elogiado en los periódicos y revistas por sus novedosos temas visuales y por su respeto a la dignidad del indígena. Sus fotos fueron publicadas en importantes medios nacionales, como Variedades y La Crónica, e internacionales como National Geographic.
Sus imágenes más famosas eran vendidas como postales en su estudio de la calle Márquez de la Ciudad Imperial. Chambi fue un verdadero promotor del turismo en el Cusco y su obra tuvo un indiscutible impacto cultural.
Gracias al proyecto del Centro Nacional de Fotografía (Cenfoto) de la Universidad Diego Portales de Chile, llevado a cabo por un grupo de investigadores chilenos y peruanos, entre los que se encuentran el investigador nacional Andrés Garay y Teo Allaín, nieto del maestro puneño y director del Archivo Martín Chambi, el 2 de noviembre se inaugurará –en el Festival de Fotografía de Valparaíso– la exposición: La fotografía social, indigenista y documental de Martín Chambi; Tiempo libre. Chile 1936, que exhibirá dos cuerpos de imágenes.
El primer grupo de fotografías es una selección de su producción chilena inédita, es decir, una serie de fotos que produjo durante su prolongado viaje a Chile, que fue de cuatro meses, en el cual se puede apreciar fotografías de paisajes, personajes araucanos, panorámicas de Santiago, edificios modernos e imágenes del mar.
El otro grupo de imágenes que se mostrará en la exhibición son reproducciones de las fotos que expuso en ese viaje. Muchas de ellas son las clásicas fotografías del maestro Chambi. Se ha incluido este grupo porque fue el motivo central de la invitación que se le hizo para viajar a Chile. El próximo mes se presenta en Santiago el libro de este proyecto.
Para Andrés Garay, esta exposición en Chile significa varias cosas: uno, la oportunidad de comprobar el profesionalismo de Chambi; dos, el impacto de su obra en los lugares donde se exponía; tres, la internacionalización y reconocimiento que tuvo en vida; y cuatro, la posibilidad de conocer más sobre la visión que se desprende de su discurso visual.
La exposición de Martín Chambi en 1936 tuvo un gran impacto en la prensa chilena. Estamos seguros de que, 82 años después, su huella no será menor. Ojalá que esta exposición de Martín Chambi en Chile llegue muy pronto al Perú.