El Peruano
Año 108 // 3ª etapa // 579 // Viernes 22 de febrero de 2019

REFLEXIONES
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IMPRONTA SIN FOGONAZOS

En poco más de 200 años, las relaciones entre el Perú y Gran Bretaña han dejado una huella importante pero poco visible para el ciudadano promedio. Mauricio Novoa, historiador, editor y abogado, se propone llenar ese vacío con una entrega bibliográfica tan amplia como exhaustiva. escribe: CÉSAR CHAMAN # #
Un empleado público en terno bebe un sorbo de Inca Kola helada mientras lee en el periódico las últimas noticias de fútbol. A Mauricio Novoa, editor del libro Perú & Gran Bretaña. Una historia en común, le he pedido que mencione al galope algunos elementos de origen británico con presencia en la vida cotidiana de los peruanos. Y él, sin dudarlo, enumera: el terno, un producto culturalmente británico; la tradición de servicio en las instituciones del Estado; la prensa y sus libertades; el fútbol codificado más sus reglas; y la clásica “bebida de sabor nacional”, producida por la fábrica que fundó Joseph Robinson Lindley en la primera mitad del siglo pasado.

Historiador y abogado, Novoa acepta que la impronta británica es más amplia de lo que reconoce el peruano promedio. Y afirma que las huellas de ese legado pueden ubicarse con claridad en la creación de la Marina de Guerra y la formación del Ejército –en el siglo XIX–, en el sector textil y del algodón en Piura, en la industria de la lana en Arequipa, en la llegada del ferrocarril a territorio peruano, en el negocio de la banca y los seguros en Lima, en las asociaciones deportivas con vocación de fair play, y en la burocracia, entendida como el grupo social que se encarga de ofrecer un correcto servicio del Estado hacia el ciudadano.

MILLER Y GUISE

En el primer capítulo de Perú & Gran Bretaña. Una historia en común (Asociación Cultural Peruano Británica, 2018), Natalia Sobrevilla se remonta al período de la independencia. Y luego de describir el escenario político-social en Europa y América en el contexto de las guerras napoleónicas, resalta la motivación de los militares británicos que se enlistaron en el Ejército Libertador del Sur. Dos nombres destacan en ese relato: Guillermo Miller y Jorge Martín Guise.

Historiador y abogado, Novoa acepta que la impronta británica es más amplia de lo que reconoce el peruano promedio

En el campo militar –acota Novoa–, la participación de oficiales y soldados británicos en las expediciones libertadoras, la del Norte y la del Sur, es importante: “El primer comandante general de la Marina Peruana es el almirante Guise y también su primer héroe, porque él muere en acción en Guayaquil, al servicio del Perú, durante la guerra contra la Gran Colombia, en 1828”.

Del lado del Ejército, Miller tiene una influencia notable en la formación de la Legión Peruana de la Guardia. Además, participa en las batallas de Junín y de Ayacucho –donde se sella simbólicamente la independencia de América, en 1824– y posteriormente es nombrado mariscal del Perú.

Cuando te sirves un agua tónica, estás bebiendo un producto que partió del Perú y que, después, regresó ya como algo británico

En opinión de Novoa, esta participación en el proceso emancipador de las colonias españolas en Sudamérica es una proyección del espíritu británico frente al concepto de libertad. “La idea de libertad es parte del carácter político británico; entonces, una consecuencia lógica es que buscaran apoyar la independencia”, resalta. Sin anular la validez de tal afirmación, la evidencia histórica obliga a fijarse en que solo unas décadas antes, en 1776, las Trece Colonias habían declarado su independencia de la corona británica para dar origen a Estados Unidos.

“El proceso británico incluye un fenómeno interesante que, muchas veces, pasa desapercibido: la abolición de la esclavitud en 1808. El Parlamento británico es el primero en la historia en abolirla. Y la Marina británica tiene un rol activísimo en detener buques llenos de esclavos procedentes de África”. En consecuencia –enfatiza–, el interés británico por la libertad es genuino, más allá de que, efectivamente, Inglaterra estaba interesada en la libertad de comercio, algo que el Imperio español impedía.

APROXIMACIÓN
El objetivo de Perú & Gran Bretaña. Una historia en común es trazar una aproximación histórica a la presencia británica en el Perú con material inédito que agrupa documentos, relatos orales, pinturas y fotografías. En nueve capítulos, un grupo de investigadores y estudiosos ahondan en temas que van desde la participación británica en las guerras de independencia hasta los intercambios diplomáticos en el siglo XIX, pasando por los relatos de viajeros británicos, inmigración y familias y el origen británico del fútbol peruano, entre otros aportes.
INTERCAMBIOS

Reunir material fotográfico , hemerográfico y textual para una edición de 420 páginas indica algo de entrada: hay mucho que decir y contar sobre la presencia británica en el Perú y sobre los intercambios entre ambas culturas, en alrededor de 200 años de cercanía. No obstante, los resultados de esa relación son todavía poco visibles. “Sí, efectivamente –admite Novoa–. Pero eso tiene que ver, creo yo, con el carácter británico que prefiere evitar el autobombo”. En esencia, estamos ante una impronta sin fogonazos.

Por tratarse de una migración de “mano de obra calificada”, formada por profesionales, técnicos, emprendedores y gente de trabajo, los británicos que llegan al Perú se insertan en sectores de la élite, comenta el historiador.

“Y eso tiene, posteriormente, un reflejo en la participación de sus descendientes en el servicio público”. En la historia del Perú, hay cinco primeros ministros, un presidente del Senado, un presidente de la Cámara de Diputados e incontables ministros de Estado de ascendencia británica. Más aún, el primer héroe de la aviación civil es Jorge Chávez, nieto de británicos y bisnieto del almirante Guise, añade.

HISTORIA COMÚN

Aun con asimetrías, todo encuentro de culturas supone una relación de ida y vuelta. Así, vale la pena preguntar qué de lo peruano migró hacia Gran Bretaña y hoy se puede identificar como resultado de esa relación histórica. “La quinina –responde Novoa–. La quinina, que es el origen del agua tónica, un producto británico, es un ingrediente que hemos exportado desde el Perú”.

“Se le conocía también como ‘la chinchona’ y se le llamaba así porque, en el virreinato, era la esposa del conde de Chinchón quien la usaba para las fiebres; le dicen también ‘agua de fiebres’ y su origen es medicinal. Entonces, cuando te sirves un agua tónica, estás bebiendo un producto que partió del Perú y que, después, regresó ya como algo británico”.

Novoa resalta el esfuerzo que implicó la publicación de este libro. “Es emblemático que lo haya hecho el Británico porque es una consecuencia natural del entendimiento –comenta–; cuando uno aprende un idioma no solo se apropia de una gramática y su vocabulario, no es solo un mecanismo de comunicación, sino que detrás de todo idioma hay también una cultura”. Y, en este caso, dos de gran tesitura, dignas de una historia común.