–Efectivamente. Del 12 al 18 de este mes se desarrollará la Semana de Líderes del APEC en Papúa Nueva Guinea. Esta economía ha realizado un gran esfuerzo para llevar a cabo una Cumbre exitosa. Hasta la fecha, los grupos de trabajo y comités han celebrado alrededor de 3,000 reuniones.
Además, como parte de la Semana de Líderes se efectuarán reuniones de carácter empresarial. La más importante es la del Consejo Asesor Empresarial del APEC (ABAC). Este cónclave analizará el desempeño de la economía mundial y brindará sugerencias a los líderes, tanto para aprovechar las oportunidades como para enfrentar los desafíos.
–El APEC está compuesto por economías con diferentes niveles de desarrollo, por lo que el impacto de esta “guerra” es diferente, también. Por ejemplo, para las economías en desarrollo que dependen de la extracción de recursos naturales, el impacto es importante, dado que los precios de las materias primas están bajando y se trata de un proceso con un final incierto.
Asimismo, por el lado institucional, se produce un cuestionamiento de todos los esquemas de trabajo multilaterales que tiene la comunidad internacional y no me refiero solamente al APEC, sino también a otros bloques, como las Naciones Unidas (ONU), la Organización Mundial de Comercio (OIT), entre otras.
Esto significa que hay una economía realmente muy importante que no cree en estos mecanismos y que prefiere apelar a las soluciones bilaterales.
Esto tiene impacto en el Perú y otros países, ya que al ser una economía menor en este bloque, la existencia de mecanismos basados en reglas transparentes es trascendental, es decir, que la solución de controversias dependa de un sistema como APEC.
–Uno de los objetivos de nuestra participación en la Cumbre APEC es reafirmar la importancia del foro como un mecanismo para generar crecimiento económico de calidad y continuar la liberalización y facilitación del comercio y las inversiones.
Es decir, si hay un cuestionamiento contra el APEC, lo que le interesa al Perú es que el bloque salga fortalecido de esa controversia.
Asimismo, buscamos que el APEC apoye al Sistema Multilateral de Comercio de la OMC. En la última reunión de ministros de Comercio del foro, no se pudo alcanzar un consenso para que en la Declaración de Ministros se incluyera un mensaje contundente de apoyo a este sistema.
–Es un tema en el que avanzamos. El plan establece acciones para facilitar los avances en lo que son regulaciones, si nos referimos al plano institucional; en lo que es infraestructura (conectividad física) y en el flujo de personas en la región (conectividad de persona a persona).
Economías como el Perú y Chile insisten en este importante tema.
Otro punto trascendental es avanzar en la agenda de inclusión del APEC.
A diferencia de lo que estamos acostumbrados a pensar cuando nos referimos a este tema, en el APEC inclusión es sinónimo de habilitación y de empoderamiento. Es decir, dar herramientas de desarrollo como, por ejemplo, acceso al crédito y sistemas digitales, entre otras, a los sectores que no se han beneficiado del comercio internacional.
Precisamente, Chile ha planteado la economía digital como tema prioritario en la próxima cumbre que se desarrollará en Santiago.
–Efectivamente. El objetivo es compartir las exitosas experiencias de este grupo económico con los miembros del APEC. El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) ha trabajado en este tema junto con sus contrapartes del bloque latinoamericano. La idea es presentar estas experiencias en la cumbre que se realizará en Santiago de Chile.
–Lo fundamental es reafirmar la importancia estratégica de APEC. Asimismo, debemos reafirmar la función del bloque como un jugador global, considerando que representa más del producto bruto interno (PBI) del mundo. Por ello, lo que ocurra en el APEC tendrá una gran relevancia en otras regiones de nuestro planeta.